Periodistas de a Pie, socio de DW Akademie en México, publica un manual que se plantea como antídoto contra la desinformación en tiempos electorales y promueve la construcción de medios desde una perspectiva de AMI.
La Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie (PdP), socio de DW Akademie en México, es una iniciativa única en el país: reúne a más de 15 medios locales de 10 estados con un enfoque editorial de derechos humanos, protagonizado por temas como los movimientos sociales, los conflictos socioambientales o la desaparición forzada.
La publicación Periodismo local. Antídoto contra la desinformación [Manual urgente para sobrevivir en tiempos electorales] recopila los aprendizajes de los procesos de formación, reflexión y análisis de la alianza en torno a la Alfabetización Mediática e Informacional (AMI) para promover competencias mediáticas entre sus audiencias y contrarrestar fenómenos como la desinformación, especialmente en contextos electorales.
María Teresa Juárez, codirectora de la Red de PdP, coordinó este proceso de creación colectiva entre los miembros de la alianza y DW Akademie, así como el acompañamiento a los autores Ernesto Núñez, experto en temas electorales, y Mely Arellano, codirectora del medio Lado B.
DW Akademie: ¿Cuáles son los principales retos relacionados con la desinformación en México, particularmente en periodos electorales?
María Teresa Juárez: El principal reto es entender por qué la desinformación es tan poderosa. Por un lado, está la velocidad a la que circula y las barreras, desde tecnológicas a económicas, que el periodismo enfrenta para contrarrestarla. Pero también influyen los formatos y la pertinencia cultural con que se presenta la información a las audiencias. Por ejemplo, en México hay 69 lenguas, pero la información que predomina es en castellano. Eso supone una gran barrera cultural para informar.
Además, como México es un país pluricultural y geográficamente complejo, la desinformación cambia según el contexto. La mayoría de los medios verifican los discursos de las personas candidatas a la presidencia, pero no sobre procesos locales o temas que afectan a grupos específicos; por ejemplo, temas de salud sexual y reproductiva. En México, el aborto está despenalizado, pero hay grupos que desinforman a las mujeres sobre sus derechos reproductivos. Ante esto, algunos medios locales están trabajando para informar sobre el marco jurídico con el que contamos. Por eso el periodismo local puede ser un gran actor de cambio.
Precisamente, el manual presenta recomendaciones concretas para construir un "medio local AMI". ¿Cuáles son algunas de esas claves?
Cuestionar el tipo de periodismo que hacemos: que no sea unidireccional y que dialogue con las audiencias. Puede que la agenda editorial y lo que quieren las audiencias no coincidan, pero al menos debemos hacer el ejercicio de incorporar sus inquietudes o sugerencias, tanto a través de formatos en línea como de encuentros presenciales. Además, sería ideal que las audiencias pudieran cocrear contenido con los medios. Lado B lo consiguió hace dos años, introduciendo en su agenda temas que sugería la audiencia.
Uno de los principios del periodismo es informar a la sociedad, pero lo que propone la AMI es no solo compartir una mera información, sino una información que fomente la reflexión y la acción. Algunos medios de Periodistas de a Pie abordan, por ejemplo, el impacto de los alimentos chatarra en la sociedad. Esa información promueve tanto la reflexión como la acción, ya que permite a las audiencias cuestionar la comunicación de las empresas que producen estos alimentos y las políticas alimentarias de sus gobiernos locales o federales.
Uno de los temas del manual es la alfabetización algorítmica. ¿Qué relevancia tiene en contextos de procesos electorales?
Es básico que las personas entiendan que lo que nos muestra un algoritmo no es neutral, la programación tiene un posicionamiento construido por personas y estos sesgos pueden ser sexistas, clasistas o tener una intención manipuladora. Estos conocimientos suelen quedarse entre especialistas en el tema, pero no podemos olvidar que la información es un derecho humano. Y no solo eso: el derecho a la información es también un bien público. Las audiencias tienen derecho a conocer esta información y la responsabilidad social del periodismo es compartirla de la forma más accesible posible.
Existen corrientes más ortodoxas que sostienen que las y los periodistas no tenemos que propiciar ningún cambio. Pero no hay que tener miedo a la función pedagógica del periodismo y a admitir que el periodismo forma opinión pública y no es neutral. En Periodistas de a Pie tenemos agendas claras y no las ocultamos.
El manual tiene la peculiaridad de ser el resultado de un proceso colectivo entre miembros de la alianza y de DW Akademie. ¿Cuáles son los aprendizajes de un proceso así?
Los procesos colectivos llevan tiempo, no son procesos rápidos, y eso ya en sí es un aprendizaje en una época en la que priman la inmediatez y la velocidad.
El periodismo hiperlocal y local responde a realidades geográficas, lingüísticas e incluso cosmovisiones diversas. Los pueblos indígenas tienen filosofías muy diferentes; por ejemplo, para los rarámuris existen tres almas. Es una cosmovisión que nada tiene que ver con la de otros pueblos del país. Por eso es todo un desafío generar contenido periodístico que rompa nuestra barrera de pensamiento colonialista y, al mismo tiempo, aporte información útil y fomente el diálogo. Los medios de la alianza se esfuerzan por llevarlo a cabo, pero son procesos lentos y complejos, a menudo de ensayo y error.
Periodistas de a Pie es socio estratégico de DW Akademie en México. La publicación Periodismo local. Antídoto contra la desinformación [Manual urgente para sobrevivir en tiempos electorales] fue elaborada en colaboración con DW Akademie, promovida por el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo, en el marco del proyecto Prototipo de un Manual de estilo básico con perspectiva AMI enfocado en la cobertura electoral.