Una campaña de comunicación de la Asociación COMUNICARES con DW Akademie forma a líderes comunitarios para fomentar la alfabetización algorítmica en comunidades y grupos vulnerables de Guatemala.
"Mi cabello es oscuro y no llego ni al 1,70 cm de altura, pero cuando busco modelos de peinado en Internet, solo me salen modelos rubias y muy altas". Esta es la experiencia de María Gabriel Ruano, una joven guatemalteca que se cuestiona el impacto que tienen los algoritmos en su vida. "Llegó un momento en que me planteé que debía teñirme el pelo para ajustarme a aquello que se me mostraba".
Si buscas en Google "mujer exitosa", ese es precisamente el prototipo que aparece: una mujer alta y rubia que trabaja en una oficina, comenta su compañero Edín Ronaldo Mejía. Un modelo que en nada se parece a la mayoría de las personas guatemaltecas, mucho menos si nos fijamos en las zonas rurales. "Es una falsa realidad que pinta cómo debemos ser", añade el joven locutor.
Ruano y Mejía presentan uno de los episodios del podcast del proyecto Algoritmo A Mi Ritmo, parte del proceso formativo Aulas para la Vida, desarrollado por la Asociación COMUNICARES en colaboración con DW Akademie. Un proyecto que busca promover el acceso a la información sobre cómo funcionan los algoritmos y la inteligencia artificial (IA) y concienciar sobre un uso consciente.
Alfabetización algorítmica, el nuevo reto
El equipo de COMUNICARES promueve diferentes iniciativas para fomentar la Alfabetización Mediática e Informacional (AMI) en Guatemala, especialmente entre la población más vulnerable, como la juventud y los grupos indígenas.
Desde 2022, el proceso de formación Aulas para la Vida ha capacitado en temas de AMI a unos 4.500 docentes de 600 centros educativos de áreas rurales, consiguiendo el reconocimiento oficial del Ministerio de Educación como herramienta educativa. A través del juego Tinamit, desarrollado junto a DW Akademie, esta iniciativa procura reducir la brecha digital y promover el análisis crítico de las y los estudiantes.
Pero a medida que avanzan las formaciones, también lo hacen los retos digitales. De esa necesidad nació el proyecto Algoritmo A Mi Ritmo, para introducir la alfabetización algorítmica a quienes se encargan de transmitir conocimientos a la juventud: principalmente docentes comunitarios y comunicadores de medios locales y comunitarios.
"Cada vez es más necesario que los líderes comunitarios tengan acceso a información sobre cómo funcionan los algoritmos y la inteligencia artificial", señala Oneida Rodas, directora de COMUNICARES. "Estas herramientas están influyendo en las decisiones diarias de las personas y las comunidades".
Gladis Godínez de Soliz, miembro destacado del ente rector de educación departamental de San Marcos, acompañó el proceso de Aulas para la Vida
Protegerse en el mundo digital
En una investigación que realizó COMUNICARES para situar la problemática en el país, menos del 20% de las personas encuestadas supo describir qué es un algoritmo de forma correcta y más del 95% sostiene conceptos erróneos sobre la IA.
A partir de estos resultados, el equipo trabajó con 10 comunicadores comunitarios para establecer formas de mejorar la información sobre la temática. Por ejemplo, elaborar información en idiomas mayas, que incluyen más de 20 en Guatemala, o generar contenidos lúdicos de fácil acceso para el público joven.
El equipo de COMUNICARES une fuerzas con comunicadores comunitarios para impulsar la AMI en Guatemala
Así fue como María Gabriel Ruano y Edín Ronaldo Mejía se sentaron a grabar su episodio de podcast. COMUNICARES lanzó una campaña de difusión de contenidos audiovisuales sobre alfabetización algorítmica que incluyó 15 piezas de audio y vídeo, distribuidas a través de redes sociales y medios comunitarios, en las que se explican conceptos clave como qué es un algoritmo y cómo funcionan los buscadores de Internet.
También ponen de manifiesto los sesgos existentes en los algoritmos al plantear por qué se invisibiliza a las personas con situación de diversidad de género o discapacidad y, particularmente, a la población indígena, a pesar de representar el 45% de la población guatemalteca. Esta cuestión va más allá del mundo digital, refleja una discriminación histórica latente en la sociedad, apunta Rodas.
"La campaña Algoritmo A Mi Ritmo expone cómo las plataformas priorizan el espacio para los grupos mayoritarios y dejan fuera a los grupos vulnerables", señala la directora de COMUNICARES. "Es cierto que las personas individualmente no podemos cambiar este funcionamiento, pero sí podemos cuestionar los resultados de los algoritmos y no creernos todo cómo lo vemos en Internet".
El Algoritmo A Mi Ritmo es un proyecto de Asociación COMUNICARES desarrollado en colaboración con DW Akademie, promovido por el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo.