Vientos Alisios: integrar la diversidad de conocimientos en el periodismo científico

La pandemia de la COVID-19 ha supuesto un desafío global. Pero quienes viven en zonas rurales remotas han enfrentado un reto adicional: la escasez económica y la falta de recursos críticos, como el agua de calidad, en un momento en que una de las principales recomendaciones sanitarias era el lavado de manos.      

Esto llamó la atención de Caterine Jaramillo, una ingeniera física y periodista en ciernes que participó en la primera edición del curso de periodismo científico Vientos Alisios de DW Akademie. Este programa de formación tiene como objetivo incluir la diversidad de conocimientos en la información periodística, así como conseguir que temas complejos sean atractivos para un público general, por ejemplo, añadiendo una perspectiva humana. "En la investigación intentamos ofrecer una explicación técnica a la falta de agua, pero también explorar cómo afecta esta carencia a las personas", dice Caterine. 

Junto con sus compañeros de estudios, Edgar Quintero y Miguel Ángel Rojas, Caterine recopiló las voces tanto de expertos oficiales en saneamiento como de residentes con conocimientos tradicionales para analizar la gestión del agua y las limitaciones de acceso en Cisneros, un pueblo del departamento de Antioquia, en el noroeste de Colombia. "Tenemos que replantear el entendimiento de la ciencia como solo lo que se hace en una universidad o en un laboratorio", enfatiza Caterine. "Lo que hacen las comunidades desde el territorio también puede ser riguroso". 

La falta de acceso a agua de calidad acrecenta las desigualdades de la región

El periodismo como puente entre realidades 

Durante la formación, Caterine y su equipo se acercaron a la necesidad de abordar las repercusiones sociales, medioambientales y económicas para comprender la complejidad de los problemas de salud. "Es importante que los periodistas sirvan de puente entre las explicaciones científicas, las realidades de las comunidades y la audiencia", apunta.    

En primer lugar, los reporteros se basaron en el Índice de Riesgo de Calidad del Agua para Consumo Humano (IRCA), un indicador que evalúa la calidad del agua municipio por municipio en Colombia. A continuación, entrevistaron a expertos, como las autoridades sanitarias locales, que explicaron las implicaciones del agua contaminada. Por último, los líderes de la comunidad de Cisneros compartieron cómo están tratando de resolver el problema a partir de su propio conocimiento del territorio. Por ejemplo, promueven acuerdos de gestión del agua entre la comunidad que vive en las montañas y cerca de las fuentes de agua. 

Una vez recopilada la información, el equipo se enfrentó al reto de narrar el tema de forma atractiva "para que la gente se enamorara de esta historia científica", explica Caterine. Los mentores de Vientos Alisios recomendaron clasificar y ordenar los elementos de la historia, pasando de la realidad rural a la urbana y explicando después los aspectos técnicos de la calidad del agua. El resultado es un reportaje de audio de tres capítulos. 

"La pandemia por COVID-19 nos ha mostrado una problemática compleja para el periodismo: al ser un problema global, las fuentes de información tienden a volverse generalistas para explicar el fenómeno", reza la guía de periodismo científico comunitario de Vientos Alisios, creada por los expertos participantes. Pero "son procesos locales los que, en últimas, permiten llegar a nuestras comunidades cercanas, a nuestros públicos".     

Formación para ampliar las perspectivas   

Junto con Caterine, 76 periodistas y comunicadores comunitarios aprendieron sobre la diversidad en el periodismo científico durante el curso. Este proceso ha dado lugar a 12 historias producidas con el apoyo de DW Akademie y el acompañamiento de personas expertas. 

Para Camilo Prieto, médico, medioambientalista, influencer y uno de los formadores del programa, estos intercambios de conocimiento estimulan el diálogo. "Si la ciencia pretende seguir mejorando las condiciones de vida de los seres humanos, debe tener la capacidad autocrítica de aceptar otras formas de acceder al conocimiento y nutrirse de ellas", dijo.   

Generar ese diálogo es, precisamente, el objetivo de Vientos Alisios. Aúna el conocimiento occidental y el tradicional a través de conversaciones entre profesionales de la comunidad científica y personas poseedoras de conocimientos tradicionales, así como con periodistas, para explorar cómo los diferentes pueblos de América Latina, y en particular los países de la cuenca Amazónica, han afrontado el virus de la COVID-19 y su potencial para narrar historias.       

"En los saberes académicos, es necesario entender la pirámide de las fuentes científicas y las experticias temáticas", apunta la guía del curso. "A su vez, en los saberes ancestrales, es necesario comprender el sistema organizativo de la comunidad y acercarse a sus autoridades". Y así es cómo Caterine y su equipo informan sobre la situación en la comunidad de Cisneros, ampliando su visión y enriqueciendo el periodismo.    

El curso Vientos Alisios sigue abierto para quienes quieran participar en línea y certificarse en periodismo científico integrando diversos conocimientos. El programa también ofrece una Guía de Periodismo Científico que resultó de la primera edición del proyecto.   

Vientos Alisios es parte de la iniciativa mundial "Transparencia y libertad de los medios de comunicación – Resiliencia ante la crisis en la pandemia", financiada con fondos del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania (BMZ). Asimismo, forma parte de Ríos Voladores, una alianza de medios de comunicación, academia y organizaciones de la sociedad civil que promueve el debate plural e intercultural sobre la defensa de los derechos humanos y la protección del medio ambiente en Colombia y la región. La alianza integra a los socios de DW Akademie en Colombia, Ecuador y Perú: Servindi, CRIC, Hacemos Memoria, Vokaribe, Corape y Consejo de Redacción.