Natalia Fernández Hormiga forma parte del equipo de comunicación del Consejo Regional Indígena del Cauca. Aquí comparte sus experiencias con DW Akademie, así como los éxitos y los retos de comunicar desde el territorio.
En el resguardo indígena yanacona de Rioblanco, en el departamento colombiano de Cauca, al sur del país, son numerosas las personas que deben emigrar, tanto por los conflictos armados como por la falta de acceso a la educación o el trabajo. "La falta de acceso a la educación es parte de la violencia que se vive en el país", apunta Natalia Fernández Hormiga.
Por motivos laborales, la madre de Fernández Hormiga debió abandonar su resguardo e instalarse en Popayán, la capital del departamento. Fue allí donde, años más tarde, Fernández Hormiga pudo estudiar diseño gráfico en la Universidad del Cauca y aprender a desarrollar una perspectiva política a través de lo visual y un diseño gráfico pensado en "comunicar desde el sur, comunicar desde lo que somos". Ahora lo pone en práctica como parte del equipo de comunicaciones del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC).
El CRIC, la organización indígena más antigua de América Latina, agrupa actualmente a 11 pueblos indígenas. Este movimiento reivindica los derechos de los pueblos indígenas a través de iniciativas que permiten educar y comunicar en torno a su propia cosmovisión. Junto a DW Akademie, el CRIC ha publicado siete números de la revista Unidad Álvaro Ulcué y un libro recopilatorio con una selección de textos de dichas ediciones.
Fernández Hormiga participó en la presentación del 7º número de la Revista Unidad Álvaro Ulcué la ciudad de Popayán
DW Akademie: El periódico Unidad Álvaro Ulcué se creó en 1986 en honor a este sacerdote indígena asesinado en 1984, y se publicó con regularidad hasta 1993. En 2017 se propuso publicar una revista que retomara el nombre del periódico para evidenciar la continuidad de los procesos comunicativos indígenas. ¿Cuáles son los objetivos del programa actual de comunicación del CRIC y, en especial, de esta revista?
Natalia Fernández Hormiga: Nosotros vemos en los comerciales y las películas que todas las personas son blancas o tienen otras facciones, y las casas y las ciudades son distintas a las nuestras. Es importante que en todos esos escenarios aparezca nuestra realidad y nuestra cotidianeidad. Por eso, nos enfocamos en mostrar quiénes somos y en producir desde el territorio.
La revista Unidad Álvaro Ulcué se forma, con el apoyo de DW Akademie, para realizar investigaciones sobre temas relacionados con la coyuntura que estamos viviendo como pueblos indígenas. Hace dos años, además de comunicadores profesionales, incluimos en la producción a personas en el territorio que tuvieran interés en comunicar sus realidades. Esta apertura nos permitió vincular nuevas perspectivas y temáticas, fomentar la participación y mejorar la comunicación en nuestro territorio.
Además, tras siete ediciones, quisimos realizar un libro recopilatorio que recoja 15 de los textos publicados en estos años. Queremos mostrar cómo nos hemos ido construyendo y cómo estamos haciendo historia cada vez que nos sentamos a escribir y a contar la realidad de nuestro contexto.
Precisamente, ¿cómo es la realidad de las mujeres comunicadoras en el departamento del Cauca?
Hay menos mujeres comunicadoras que compañeros hombres trabajando en este campo; hay una falta de participación. Además, la perspectiva de género todavía no se ha integrado en el proceso comunicativo comunitario y falta compromiso para comunicar desde nuestra perspectiva. Falta porque nosotras nos tenemos que involucrar más, pero también porque nuestros compañeros por ahora no lo ven necesario.
La realidad es compleja, además, porque es un departamento aún azotado por varios conflictos: el conflicto armado, los cultivos ilícitos, las disputas por las tierras... Todo eso genera un panorama de inseguridad para todas las personas que trabajamos en comunicación. Para la mujer, la situación es peor porque se nos otorga un rol de victimización, una perspectiva que infantiliza a las mujeres que estamos ejerciendo los procesos de comunicación y nos hace sentir débiles e incapaces.
A través de la comunicación, Fernández Hormiga aboga por la igualdad de género y el respeto a la diversidad sexual, entre otros
Por otra parte, la edición número 7 de la revista aborda temas tan complejos como la diversidad sexual, la integración racial o la discapacidad. ¿Cómo se tratan estos temas desde el CRIC?
La agenda de la emergencia, marcada por los conflictos armados o la vulneración de nuestros derechos, por ejemplo, oculta otras cuestiones importantes para nuestro proceso. Este último número apuesta por algunos de esos temas, como la diversidad sexual. Compañeros y compañeras indígenas en los territorios se reconocen con identidades sexuales o de género distintas a las comúnmente reconocidas y establecidas, y es necesario conversar sobre el enfrentamiento entre la cosmovisión y este sentir.
Hablar de la bisexualidad, transexualidad u homosexualidad dentro de las cosmovisiones, marcadas además por los cánones del colonialismo, es un hecho que irrumpe. La voz de los mayores es muy importante para nosotros, pero el debate se está dando y queremos aportar a través de la revista.
En ese sentido, el apoyo de DW Akademie ha sido importante porque, más allá de la financiación, esta relación respetuosa entre iguales nos ha motivado a contar nuestra historia con nuestras voces.
La discapacidad sigue siendo, a menudo, una razón de exclusión en los territorios del norte del Cauca
Ahora, tras nueve años, el proyecto entre el CRIC y DW Akademie llega a su fin. ¿Qué planes tienen para seguir fomentando una comunicación intercultural e inclusiva desde el CRIC?
Estamos trabajando en la evaluación del último número de la revista para ver qué ha funcionado mejor y, al mismo tiempo, hemos iniciado un proceso participativo para determinar cuáles serán las próximas temáticas a tratar. Queremos reflexionar sobre cómo nos vemos en el futuro y seguir planteando temas de debate que nos permitan avanzar y mejorar como pueblos indígenas.
Termina un ciclo para la revista con DW Akademie, pero queremos mantenerla porque vimos el interés que genera en la gente. Vamos a reservar fondos específicos para ello y empezaremos a pedir una pequeña bonificación a cambio para cubrir los gastos. También queremos generar espacios comerciales dentro de la revista para las iniciativas económicas propias de los pueblos indígenas, que también necesitan darse a conocer. Más allá de la financiación, lo más importante es que las comunidades quieren seguir leyendo la revista y contribuir escribiendo. Mientras estos dos puntos se mantengan, seguiremos adelante.
El Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) ha sido socio estratégico de DW Akademie desde 2014 hasta 2022. En el marco de esta alianza se ha consolidado el proceso editorial de la revista Unidad Álvaro Ulcué, que ha llegado a su séptimo número con total libertad editorial. Más allá del resultado final, la creación de cada número ha sido un proceso de formación que implica el acercamiento a los territorios, un trabajo colectivo de edición y la inclusión de nuevos creadores y creadoras de contenido escrito y audiovisual. Para quienes han colaborado en sus ediciones, ser visibles en la revista es sentir además el reconocimiento y el respaldo de la propia organización.