A través de tecnologías libres, DW Akademie y Saúde e Alegria impulsan una red comunitaria digital que fomente la comunicación regional y fortalezca las cadenas productivas locales y ecológicas en la Amazonía brasileña.
Izabela Campos es una joven agricultora de Acará Açu, una comunidad a orillas del río Acará, afluente del Amazonas, a unos 50 kilómetros al sur de la ciudad brasileña de Belém. Su comunidad vive de la agricultura local, principalmente de la producción de cacao y de açaí, una baya considerada un superalimento. Colectivos de mujeres como el de Campos han apostado por la producción agroecológica.
Sin embargo, los monocultivos se han ido expandiendo para comercializar estos codiciados frutos y la creciente competencia está dificultando a las mujeres mantener sus negocios a flote. La precaria conectividad a Internet y el escaso acceso a la tecnología lo complican aún más.
En busca de soluciones, Campos participa, junto a representantes de nueve comunidades de la Amazonia brasileña, en el proyecto Floresta Digital (Selva Digital), que DW Akademie desarrolla con su socio Saúde e Alegria. "Este proyecto nos ayudará no sólo a desarrollarnos en el sentido tecnológico, sino también a comprender las grandes posibilidades que tenemos como agricultores ribereños", afirma Campos.
Floresta Digital pretende mejorar la conectividad de las comunidades seleccionadas y crear una plataforma digital donde puedan presentar sus iniciativas de producción local y artesana. De esta forma, apuestan por su economía y su cultura a la vez que protegen la Amazonía.
El equipo de Floresta Digital se reunió en el Centro Experimental Floresta Ativa en la Reserva Extractiva Tapajós Arapiuns, en Santarém
Más allá del acceso a Internet
El proyecto facilitará a las comunidades conectarse a Internet mediante dispositivos locales enlazados con la señal de satélites de órbita terrestre baja.
Pero, a diferencia de una mera provisión de Internet, Floresta Digital facilitará puntos de acceso locales que se gestionan de forma colectiva en base a los intereses y valores de las comunidades. Además, mientras las grandes plataformas de redes sociales gestionan sus servicios desde gigantescos centros de datos alejados de la población usuaria, Floresta Digital propone un alojamiento local de contenidos y servicios.
A lo largo del proyecto, las y los integrantes de Floresta Digital adquieren conocimientos tecnológicos y administrativos
Este sistema dotará a la población local de mayor autonomía en la gestión de sus datos y garantizará que puedan utilizar la red si falla su conexión a Internet, allanando el camino hacia territorios digitales sostenibles económica, social y ambientalmente.
De este modo, se apuesta por una "conectividad significativa": que el acceso a Internet no se limite a un avance tecnológico, sino que mejore la calidad de vida de las personas. "La propuesta de Floresta Digital es capacitar a las comunidades en temas que vinculen la tecnología con su realidad socioambiental", dice Fábio Pena, coordinador del Programa de Educación, Cultura y Comunicación de Saúde e Alegria.
A lo largo del proyecto, las y los integrantes de Floresta Digital adquieren conocimientos tecnológicos y administrativos, entre otros
"No basta con promover el acceso a Internet; queremos facilitar usos sociales, culturales y económicos de la tecnología basados en el potencial de las comunidades", añade Pena. "Queremos lograr realmente una inclusión digital".
Transformar desde la inclusión
La inclusión digital va de la mano del uso de tecnologías libres, que se pueden usar cómo y cuándo las comunidades deseen. Para eso, el proyecto cuenta con la colaboración del colectivo Casa Preta Amazônia. "Nuestro papel será mostrar tecnologías de software libre", explica Aline Vieira, representante de la organización. "Y animar a las comunidades a descubrir la utilidad de la tecnología para mostrar al mundo que es posible mantener la selva viva mediante actividades económicas en sus territorios".
El encuentro de Floresta Digital permitió conectar las realidades socioambientales de los diferentes territorios amazónicos
Junto a este aprendizaje, las y los representantes de las nueve comunidades participantes en Floresta Digital recibirán formación tecnológica y administrativa de DW Akademie y Saúde e Alegria para poder alimentar la red comunitaria de forma autónoma.
Así, la conectividad beneficiará incluso a quienes más difícil lo tienen. Por ejemplo, las mujeres que, como Campos, desempeñan un papel clave en la producción local, pero apenas se acercan al ámbito de la tecnología. "El desafío es movilizarlas y concienciarlas de que este campo también es de las mujeres", apunta Isis Tatiane, participante de la comunidad afrodescendiente Quilombo do Curiaú, que trabaja para valorizar la cultura local y fortalecer el trabajo emprendedor de las mujeres. "En cualquier campo en el que una mujer se forme, puede estar presente y ser protagonista de su historia".
Isis Tatiane (en el centro) representa a la comunidad quilombera do Curiaú, descendiente de los esclavos que procedían de África
Este encuentro de Floresta Digital contó con la participación de tres organizaciones locales que forman parte del consejo asesor del proyecto: el Consejo Nacional de Poblaciones Extractivas (CNS), la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Amazonía Brasileña (COIAB) y la Coordinación Nacional de Articulación de Comunidades Rurales Quilombolas Negras (CONAQ).
El proyecto, coordinado por DW Akademie en alianza con Saúde e Alegria, tendrá una duración de tres años con el objetivo de mejorar la conectividad en los territorios seleccionados con foco en sus iniciativas socioproductivas. El proyecto está financiado por la Unión Europea.