La mexicana Carolina López y el boliviano Alejandro Fuentes se conocieron en Berlín. Ambos gestionan festivales de cine en sus países y participaron en el taller que DW Akademie organiza en el marco de la Berlinale.
El taller "Film Festival and Event Managment" de DW Akademie dura cinco semanas y se desarrolla con el Festival Internacional de Cine de Berlín como trasfondo. Los participantes invitados trabajan en pequeñas y grandes muestras cinematográficas de todo el mundo. En la capital alemana reciben cursos y charlas de expertos en los ámbitos más diversos; también viven la Berlinale de cerca y hacen contactos interesantes.
En 2013, el workshop contó con dos participantes de América Latina: Carolina López, representante del Festival Internacional de Cine Guanajuato, uno de los tres más importantes de México, y Alejandro Fuentes, director general del Festival Internacional de Cine de Santa Cruz (FENAVID), que cuenta con 12 años de antigüedad y lleva cinco siendo el principal de Bolivia.
DW Akademie: Personas con tanta experiencia como ustedes, ¿qué aprenden en este taller?
Alejandro Fuentes: Muchas cosas. Cómo manejar patrocinios, seleccionar films, organizar estrenos, programar… Tomar como modelo la Berlinale, un festival de primera clase con 63 años de historia, hace que te fijes en los detalles de tu propio evento y en lo que puedes mejorar.
Carolina López: Además, nos enseñan a hacer networking: a presentarte en dos minutos, a saber quién es quién, quién está a cargo de qué… El objetivo es dar así a conocer mejor nuestros propios festivales en los actos a los que asistimos durante la Berlinale.
A. F.: También está la experiencia personal, que es muy valiosa. En el taller hay gente de 11 países diferentes, que gestiona 11 festivales de cine distintos pero que comparte los mismos objetivos y sueños. Las preguntas y los aportes de los otros en cada sesión te enriquecen; nos hemos convertido en un grupo muy unido.
Y de todo eso, ¿cuánto creen que van a poder aplicar a su trabajo diario?
C. L.: Todo. Estoy absorbiendo cada curso como si fuera una esponja. Retengo cuanta información nos dan, desde los principios más básicos hasta el modo de mantener la comunicación con las personas que hemos conocido y con las que esperamos poder colaborar en un futuro cercano.
La forma de trabajar que están observando aquí, ¿es muy diferente a la que viven en sus países?
A. F.: No del todo. Las estructuras de los festivales son similares, donde hay divergencias es en el diseño y en la gestión. La Berlinale trabaja con el mismo rigor en todas sus áreas, quizás eso es algo que no se da en nuestros países. Y cuenta con el apoyo de organismos públicos y grandes corporaciones, cosa que nosotros no solemos tener. La Berlinale es de toda la ciudad de Berlín, es su evento. Por algo así luchamos desde hace años y es lo que marca la diferencia.
Alejandro ya ha dicho algo al respecto, pero usted, Carolina, ¿cómo describiría la experiencia?
C. L.: Única e inolvidable. El hecho de convivir con coordinadores, programadores y directores de otros festivales de cine expande nuestros conocimientos. Y DW Akademie nos cuida mucho. Nada más aterrizar en Berlín ya nos tenían preparados los mapas de tren, metro, autobús, libros sobre la ciudad…
¿Y qué impresión se llevan de Berlín?
A. F.: Es una ciudad muy interesante, bien organizada, en la que en tren o bus llegas a cualquier parte. Aquí ves a gente de todo el mundo y es, sobre todo, un lugar con mucha, mucha cultura.
C. L.: Sí, hemos tenido una guía cultural propia que nos ha llevado a museos y tours por la ciudad. Berlín es maravilloso, a pesar del clima extremadamente frío que nos tocó y que me provocó una tremenda gripa.