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Libertad de prensaVenezuela

Se expanden los desiertos informativos en Venezuela

4 de agosto de 2023

El régimen chavista ha impuesto una política sistemática de hegemonía comunicacional, que ha llevado a multiplicar por diez el número de medios de comunicación estatales.

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Un hombre protesta con la boca amordazada y sosteniendo una cadena, con una bandera venezolana a sus espaldas.
En Venezuela, 81 emisoras de radio fueron fueron clausuradas en 2022.Imagen: Agencia EFE/imago

El vertiginoso avance de los medios digitales durante el presente siglo ha supuesto enormes desafíos económicos y tecnológicos para las empresas periodísticas tradicionales, llevando a muchas de ellas a desaparecer, en especial aquellas que operan en el ámbito local y regional. Como consecuencia de este fenómeno, han surgido los llamados "desiertos informativos”, áreas tanto urbanas como rurales donde los residentes carecen de acceso a información relevante, confiable y actualizada sobre su entorno más cercano.

Durante los dos últimos años enVenezuela, el número de municipios considerados como "desiertos informativos" se ha expandido de 90 a 133, cifra que equivale al 36% de los 335 municipios del país. Si a este número se le suman los 123 municipios clasificados como "desiertos moderados”, se llega a la preocupante conclusión de que los ciudadanos que habitan en el 70% de los municipios venezolanos –casi la mitad de la población del país– carecen de medios de comunicación suficientes y adecuados para informarse sobre los asuntos de interés público de su comunidad, según reporta la segunda edición del "Atlas del Silencio”, elaborado por la ONG Instituto Prensa y Sociedad (IPYS).

El estudio de IPYS, publicado en junio del presente año, fue elaborado durante el último trimestre de 2022. La metodología utilizada incluyó la aplicación de un cuestionario digital a 603 medios de comunicación y la realización de una consulta a 1.600 ciudadanos para evaluar su percepción sobre el acceso a noticias locales en sus comunidades. Esta información permitió a los investigadores diagnosticar y mapear los medios de comunicación nacionales, estatales y municipales (impresos, canales de televisión, estaciones de radio y portales digitales) que producen noticias sobre las realidades locales en Venezuela.

Aridez informativa en Venezuela

En el caso venezolano, más allá de la transición digital, la aguda expansión de los desiertos de noticias en el país "se ha producido como resultado de una estrategia sistemática y estructurada que desde el Estado se ha puesto en marcha para erosionar el ecosistema mediático”, señala el estudio de IPYS.

Desde su llegada al poder, el régimen chavista ha impuesto una política sistemática de hegemonía comunicacional, que ha llevado a multiplicar por diez el número de medios de comunicación estatales, incluyendo radio, prensa y televisión, mientras que, simultáneamente, ha provocado la desaparición casi total del sistema de medios de comunicación privados, diversos y plurales que operaban en el país. Actualmente, de los 22 canales de televisión que existen a nivel nacional, 13 pertenecen al sector público y son utilizados fundamentalmente para fines ideológicos y propagandísticos. En el resto de los canales televisivos, la censura estatal y la autocensura han reducido de manera muy pronunciada sus labores informativas.

Esta política hegemónica, que inicialmente se orientó a los medios de cobertura nacional, se fue expandiendo de forma progresiva a los medios tradicionales de cobertura regional y local, incluyendo posteriormente a los del ámbito digital. Durante estas dos últimas décadas, el Estado venezolano ha cerrado al menos 285 emisoras de radio, 81 de las cuales fueron clausuradas en 2022. Igualmente, ha forzado la desaparición de más de un centenar de periódicos regionales y ha bloqueado, desde hace ya varios años, más de 38 medios de información digital, tanto nacionales como locales.

Tal como evidencia el referido informe de IPYS, el impacto de la política comunicacional chavista sobre las fuentes de información local produjo un aumento en la aridez informativa en 14 de las 23 entidades regionales del país en los últimos dos años. Los estados donde se constató un mayor incremento en el número de municipios considerados como desiertos informativos fueron Táchira, Zulia, Sucre y Apure. Solo en Zulia, estado muy opositor al régimen chavista, se añadieron más de un millón de personas al total de venezolanos que viven hoy en día en desiertos de noticias.

Aridez informativa promueve la impunidad 

Múltiples investigaciones vienen advirtiendo sobre los efectos nocivos de los desiertos informativos sobre las sociedades. De entrada, la falta de cobertura de noticias locales obstaculiza el normal desenvolvimiento de la vida cotidiana de las personas. La ausencia de Información relevante y oportuna respecto a la seguridad, la salud o el transporte en el entorno inmediato, expone a los ciudadanos a múltiples contratiempos o incluso a graves riesgos. 

Ramón Cardozo.
Ramón Cardozo.Imagen: Privat

En Venezuela, los desiertos de noticias han propiciado entornos geográficos favorables para la comisión de ataques y actos de hostigamiento a los ciudadanos. La falta de medios independientes y plurales donde se pudieran visibilizar este tipo de ataques ha aumentado el riesgo de que los mismos no sean perseguidos ni castigados. Según señala IPYS, la organización no gubernamental COFAVIC registró un total de 1099 casos de graves violaciones de derechos humanos durante el año 2022. El 56% de esas violaciones ocurrieron en zonas donde la cobertura de información local es insuficiente o inexistente.

El surgimiento de este tipo de entornos es muy frecuente en los estados fronterizos de Venezuela, donde el acceso a las noticias locales, además de ser escaso, es peligroso y censurado. Se trata, según el IPYS, "de territorios de alto riesgo para los periodistas por la presencia de estructuras criminales sin o con la aquiescencia del Estado, que han estado involucradas en violaciones graves de derechos humanos”.

Los desiertos de noticias favorecen la polarización

La escasez de medios independientes y plurales a nivel local también impacta de forma negativa el compromiso cívico de los ciudadanos. El silencio informativo local coloca a los ciudadanos en una situación muy vulnerable frente a la propaganda gubernamental y debilita sus posibilidades de controlar y fiscalizar el desempeño de quienes detentan el poder. Los estudios evidencian que las personas bien informadas sobre los asuntos públicos de su entorno inmediato son mucho más propensas a crear fuertes lazos con su comunidad y a participar en la política local.

Otro efecto nocivo de los desiertos de noticias es la profundización de la polarización. La falta de acceso a información diversa y objetiva, que refleje la normal multiplicidad de intereses en la sociedad, puede obstaculizar el desarrollo de la empatía necesaria para mantener lazos de amistad cívica con aquellos que sostienen opiniones diferentes. En Venezuela, las personas que habitan en los desiertos de noticias son más propensas a estar poco informadas y a trasladar a su entorno local la visión unidireccional y de confrontación existencial promovida por el régimen chavista a nivel nacional. Esto contribuye con la polarización del país y socava, al propio tiempo, las bases comunes sobre las que se sostienen las respectivas comunidades.

La aguda expansión de los desiertos de noticias en el país no aparece con frecuencia a la hora de listar los grandes desafíos de Venezuela. Lo cierto, sin embargo, es que, si no se enfrenta con determinación este grave problema, se hará muy difícil involucrar desde abajo a toda la sociedad venezolana en la titánica tarea de reconstruir al país.

(ers)