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PolíticaFederación Rusa

Rusia en 2024: Sin novedad en el frente, pese a la guerra

Juri Rescheto
28 de diciembre de 2023

El presidente ruso, Vladimir Putin, sigue firme en su sillón y se apresta a ser reelegido. La economía se mantiene estable, pese a las sanciones, y la guerra de Ucrania es algo muy distante para la mayoría de la gente.

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Vladimir Putin.
Vladimir Putin puede contar con una nuevo período presidencial.Imagen: Sputnik/Mikhail Klimentyev/Kremlin via REUTERS

"Nuestras tareas crecen como una bola de nieve, pero somos Rusia, somos un país invernal, amamos la nieve miren cuánta ha caído ya”. En el congreso de su partido, a mediados de diciembre, el presidente ruso, Vladimir Putin, miraba lleno de confianza hacia el 2024. El mayor acontecimiento político serán las elecciones presidenciales de marzo, si bien el resultado ya debería estar claro. Putin presenta su candidatura por quinta vez y tampoco ahora tiene competidor alguno que pudiera preocuparle.

La tarea de Putin

Poco importa cuán popular sea aún Putin, tras casi dos años de guerra en Ucrania, dice a DW el politólogo Alexander Kynew, residente en Moscú. "La gente está descontenta con muchas cosas. Pero el campo político está limpio. El país es enorme nadie tendría recursos para luchar por la presidencia”, explica. Nadie, salvo Putin.

Su principal desafío será, por lo tanto, lograr que haya una alta participación electoral para dar al menos un halo de legitimidad a su reelección. Así lo estima el sociólogo Denis Wolkow, del Centro Levada, de Moscú, un instituto demoscópico independiente.

"La tarea de Putin consiste, sobre todo, en no molestar demasiado a la gente”, afirmaa Kynew, explicando que la mayoría de los rusos ha sido siempre más bien apolítica y tiene miedo al cambio. Considera también que la sociedad está cansada de la "operación especial” en Ucrania y quiere que termine "lo antes posible”.

Relativo optimismo

En Rusia se percibe, sin embargo, un ambiente bastante más optimista que al inicio de la guerra, según Denis Wolkow. La cantidad de personas que piensan que su situación empeorará se ha reducido a la mitad, con respecto al año anterior. Y el sociólogo cree que dicha tendencia se mantendrá, por varias razones.

Por una parte, el gobierno ha hecho mucho por mitigar el efecto de las sanciones occidentales y estabilizar el sistema bancario ruso. Le economía rusa no ha colapsado, y no lo hará tampoco en 2024. De eso está convencida la economista Natalja Subarewitsch, profesora de la Universidad Lomonosov, de Moscú. "La economía rusa es robusta. Las sanciones de la UE no tendrán un efecto distinto que el causado hasta ahora, en realidad no tienen ningún efecto, porque existen muchas otras vías de comerciar con los productos sancionados, fuera de la UE”, señala. Cada vez se exporta más a China India o el Medio Oriente.

Subarewitsch cuenta con que el año entrante haya "más o menos buenos ingresos” del petróleo y con que Rusia podrá elevar incluso los gastos para apoyar la "operación militar especial” en Ucrania:

¿Cuál guerra?

A juicio de Wolkow, contribuye al relativo optimismo el hecho de que la contraofensiva ucraniana no haya sido exitosa. Eso les quitó a los rusos el miedo a una derrota militar y sus consecuencias. "La guerra se ha vuelto rutina, un trasfondo al que uno se ha acostumbrado ya, pero en el que la mayoría no están implicada”, dice Wolkow. "Sí, en alguna parte se libra, pero eso queda muy lejos”.

Sin embargo, según el politólogo Alexander Kynew, inmediatamente después del inicio de la guerra, en febrero y marzo de 2022, podría haber habido una oportunidad, al menos teórica, de provocar un cambio de gobierno, "si todos aquellos que en otras ocasiones organizan protestas hubieran salido en masa a la calle, en lugar de haber abandonado en masa Rusia”.

Maquinaria de represión

La historiadora Irina Scherbakowa, que vive en el extranjero, contradice con vehemencia ese punto de vista. Scherbakowa es socia fundadora de la renombrada organización de derechos humanos Memorial, que fue prohibida en Rusia en 2021 y un año más tarde fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz. En conversación con DW, habla de la atmósfera de miedo imperante en Rusia. "Está en marcha un gigantesco aparato de represión”, indica. La opositora exiliada no ve "ninguna perspectiva positiva para el próximo año”.

En lo que respecta a la guerra de Ucrania, estima que mucha gente se esconde de la realidad: "Intentan distanciarse lo mejor que pueden, por ejemplo, no hablando en voz alta de determinadas cosas”. A su juicio, la gente en Rusia ya no cree en las instituciones ni en la democracia. "Creen, en cambio, en la estabilidad del régimen de Putin y temen que, si hacen que se mueva más aún el bote, todo será aún peor”.

Pese a todo, Irina Scherbakowa intenta mirar el futuro con optimismo. Piensa que, tal como ocurrió con la caída del Muro de Berlín, semejantes regímenes pueden a veces esfumarse en el curso de pocas horas, cuando el tiempo está maduro y se conjugan las circunstancias adecuadas.

(ers/jov)