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Nueva misión en Afganistán

Eva Usi12 de agosto de 2003

La OTAN asume la primera misión de su historia más allá de sus fronteras en Afganistán. Políticos alemanes exhortan a fortalecerla con unos 20 mil efectivos, de lo contrario amenaza el caos y la anarquía.

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El general alemán Goetz Gliemeroth, es el nuevo comandante de las tropas ISAF, en Afganistán.Imagen: AP

La Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN, asumió su primera operación fuera de Europa en sus 54 años de vida, al asumir en Kabul el comando de las fuerzas internacionales de seguridad, ISAF, a la que pertenecen 5 mil soldados. En el marco de una ceremonia en la capital afgana, el ministro de Defensa alemán, Peter Struck, exhortó a ampliar la misión de las tropas más allá de las inmediaciones de Kabul, "de lo contrario el país amenaza en caer en el caos y la anarquía", advirtió. "No podemos permitir que Afganistán vuelva a convertirse en escondite de terroristas. La comunidad internacional debe seguir respaldando los esfuerzos de paz, una paz todavía muy frágil", dijo. Struck se refirió concretamente a las actividades de fuerzas guerrilleras que tienen como único propósito la desestabilización del país.

Creciente anarquía y actividad guerrillera

USA Terror Jahrestag
Atentados del 11 de septiembre.Imagen: AP

Las fuerzas de paz ISAF, se encuentran en Afganistán desde la invasión realizada por Estados Unidos como respuesta a los ataques del 11 de septiembre del 2001 en Nueva York y Washington, supuestamente cometidos por la red Al Qaeda de Osama bin Laden. Sin embargo analistas afirman que la situación desde la instauración del gobierno de transición que encabeza Hamid Karsai, poco ha cambiado. Al contrario. La relativa seguridad impuesta por la presencia de soldados extranjeros en Kabul, se encuentra amenazada, y los numerosos problemas que aquejan al país no han sido resueltos.

La reconstrucción del país ha tenido avances mínimos. En la capital, las organizaciones de ayuda, sobre todo estadounidenses, ostentan la riqueza occidental con sus costosos Jeeps que circulan en las calles. Lo que contrasta con la miseria en la que está sumida la población. En las provincias ni se diga, el hambre sigue dominando desde hace siglos. Los comandantes y mujaidines siguen haciendo de las suyas y son quienes tienen el mando en las provincias afganas. Con el jugoso negocio de estupefacientes financian la compra de armas y munición, así como a sus combatientes. Lamentablemente Afganistán vuelve a ocupar un lugar relevante mundialmente por su producción de opio y heroína. Esto representa una fuente de divisas clave para los señores de guerra quienes se disputan entre sí los límites respectivos de poder.

Herencia Talibán y conflictos étnicos

Taliban Fighters
Combatientes talibán.Imagen: AP

Por si fuera poco, la herencia cultural Talibán sigue muy presente en las cabezas de muchos hombres, que ven en su conservadora prédica una respuesta al caos imperante sobre todo en las provincias. Los combatientes de Al Qaeda que siguen operando en la zona fronteriza con Paquistán se congratulan y afirman que la poderosa fuerza militar estadounidense está lejos de derrotarlos. Sigue habiendo combates más allá de Kabul y en la capital misma se repiten los atentados contra representantes del gobierno de transición.

Tras veinte años de enfrentamientos sangrientos en estas regiones, los afganos no se encuentran en condiciones de poner fin por sí mismos a los conflictos étnicos que persisten y que han provocado profundos resentimientos entre las distintas etnias afganas. En conclusión, no hay duda de que la nueva misión de la OTAN en Afganistán tiene que expanderse a las provincias, para lo cual serán necesarios entre 10 mil y 20 mil efectivos, según Struck. Alemania estaría dispuesta a enviar hasta 300 soldados a la ciudad de Kundus, al norte del país. Los partidos políticos de oposición demandan un concepto político claro para la estabilización del país, así como una nueva conferencia internacional en la que sean incluídos los poderosos gobernantes de las provincias.