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Reimers: “Se espera que seamos complacientes y silenciosas”

Victoria Dannemann
2 de enero de 2023

La periodista Marion Reimers alza la voz contra los estereotipos, la falta de representatividad y la violencia contra la mujer en medios deportivos. En entrevista con DW aborda también el polémico Mundial de Qatar.

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La periodista deportiva mexicana Marion Reimers
La periodista deportiva mexicana Marion Reimers trabaja actualmente en TNT Sports, donde comenta Champions League, y es columnista de El País México. En 2017 cofundó la ONG Somos Versus, que busca visibilizar a la mujer y la diversidad de identidades de género en el deporte.Imagen: Alan Carranza/Agencia Libre

El deporte debiera ser una herramienta de búsqueda de igualdad, plantea Marion Reimers. La destacada periodista deportiva mexicana, feminista y embajadora de ONU Mujeres, reconoce que la violencia contra la mujer anclada en la sociedad trasciende al deporte, un espacio donde históricamente los logros masculinos han sido vistos como más valiosos.

Su cercanía con el deporte desde niña, tanto en una familia de ascendencia alemana, como en el colegio, fue clave para que siguiera el camino de las comunicaciones en esta área. Hoy es figura de TNT Sports, donde comenta Champions League, y columnista de El País México.

En entrevista con DW, habla sobre la misoginia y los ataques de los que ella misma ha sido víctima en redes sociales, y cómo desde la ONG Somos Versus, que cofundó y preside, promueve una comunicación inclusiva y libre de prejuicios y estereotipos.

DW: Cada vez vemos más mujeres periodistas deportivas y comentaristas. ¿Cómo califica el panorama actual?
Marion Reimers:
Hay avances sustanciales, sobre todo en términos de representación y eso es muy importante. Pero también hay que ver la forma en que hablamos de los deportes, quiénes se sientan en las sillas de toma de decisión y cuántas mujeres hay directoras editoriales y de producción, lo que es increíblemente escaso. Hay una cuestión más de forma que de fondo. Se ven más mujeres conduciendo programas y como reporteras, pero hay una carencia muy importante en espacios de opinión. Estamos para informar, pero no para opinar, lo que se replica en otros tipos de periodismo, como el político, y en el deportivo se ve de manera más evidente.

¿Tiene que ver también con que en la práctica del deporte se ha privilegiado a los hombres?
Sin lugar a dudas. Entre menos mujeres practiquen deporte, menos mujeres tendremos interesadas en el periodismo deportivo. Por lo general, cada quien se acerca a una especialidad porque tiene cercanía e interés en esa materia. Las mujeres nos sentimos alienadas del deporte por un montón de mecanismos que nos alienan, desde lo discursivo y lo práctico. Toda la vida se nos ha dicho que no entendemos las reglas.

¿A qué se debe la brecha de representatividad en los medios deportivos?
Yo creo que va por dos vías. Hay un acceso limitado porque existen argumentos muy conservadores dentro de los despachos del poder en los medios deportivos. Y, a su vez, replica pensamientos de parte de la audiencia, de una fuerte resistencia a la incursión de la mujer, particularmente cuando no es desde el rol tradicional que se espera de nosotras, que seamos complacientes y silenciosas.

Al igual que otras periodistas deportivas, usted ha sido víctima de duros ataques en redes sociales, ¿a qué atribuye ese nivel de violencia?
No tiene que ver solo con ser mujer. Muchas mujeres están ahí, pero en silencio, y en consecuencia no son atacadas. Pero empezamos a ser más asertivas y representamos nuevas aproximaciones que desafían el estatus quo, cuando toda la vida nos han dicho que tenemos que hablar solo de lo que sucede en la cancha. Cuestionamos las prácticas discriminatorias contra la comunidad LGBTIQ+, la presencia o no de personas trans en el deporte o hablamos del pacto patriarcal que existe para con muchos futbolistas, que se los protege de diversos delitos, como violación, evasión fiscal y golpear a sus parejas o hijas. En mi caso hay también una interseccionalidad, de ser una mujer abiertamente lesbiana y feminista. Eso tampoco le resulta cómodo al periodismo deportivo en México, que siempre ha estado muy apegado a valores muy reaccionarios.

¿Qué la motivó a crear la ONG Somos Versus?
Es una ONG única en su tipo y eso habla de una ausencia que existía, no de un logro mío. Buscamos mejorar la representación de las mujeres, los grupos históricamente vulnerados y las disidencias, no solo a través de cuánto se nos representa, sino cómo se nos representa en medios deportivos. Y también, cuáles son las condiciones laborales de las mujeres en estos medios. Hoy para una mujer que está criando a sus hijos e hijas sin una pareja, ir 40 días a una cobertura de la Copa del Mundo es un desafío gigantesco, mientras los hombres van fácilmente. También hay un proteccionismo mal entendido en las redacciones, de decir que como es complicada la situación en Qatar, mejor no mandemos mujeres para no arriesgarlas o porque es muy caro. Pero tienen que existir condiciones para que podamos ejercer nuestra tarea.

¿Cómo es la visibilización de las mujeres deportistas en los medios?
Desafortunadamente, en el análisis que hemos hecho de los medios deportivos en México, alrededor del 90% de las notas giran en torno a hombres cisgénero heterosexuales, lo que no representa a una población donde las mujeres son el 52%. Considerando que muchas más personas ven transmisiones de deporte y programas de debate deportivo, que los de debate político y las sesiones del Congreso, tenemos ahí una oportunidad que tomar en cuenta y ver qué hacemos con ella.

¿Y cómo son representadas las mujeres deportistas?
Una de cada cuatro notas refuerza estereotipos de género. Se habla de la belleza física, sus capacidades como madres o sus parejas, lo que es preocupante. Tener mujeres como protagonistas del deporte nos lleva a cuestionamientos y desafíos narrativos. Por ejemplo, en temas como la maternidad, que generalmente se ha ensalzado como el rol más importante. Cuando la clavadista Paola Espinoza, una de las mejores deportistas en la historia de México, dio a luz por primera vez, hubo una campaña que decía "felicidades por tu medalla más importante, que es la de ser madre”. En cambio, cuando Serena Williams vuelve de un embarazo de alto riesgo en el que casi pierde la vida y utiliza un traje para evitar coágulos y jugar un Grand Slam en Francia, sí viene a colación hablar de maternidad, porque es un doble desafío para ella, comparado con su contraparte masculina.

La periodista deportiva mexicana Marion Reimers trabaja actualmente en TNT Sports
La periodista deportiva mexicana Marion Reimers trabaja actualmente en TNT Sports, donde comenta Champions League, y es columnista de El País México. En 2017 cofundó la ONG Somos Versus, que busca visibilizar a la mujer y la diversidad de identidades de género en el deporte.Imagen: Alan Carranza/Agencia Libre

Usted habla de emparejar la cancha. ¿Cómo se logra?
Se logra de todos lados. Destituyendo los tabús de que si juegas fútbol te vas a volver marimacha o lesbiana, que son cosas que sigo escuchando, o que las mujeres no deben sudar o no se raspan las rodillas. Estas cuestiones influyeron en un libro que escribí, llamado "Juega como niña”, que busca desmitificar lo que esto significa. Hay una correlación directa entre la autonomía de nuestros cuerpos, la lucha por nuestros derechos y la práctica deportiva. También emparejamos la cancha hablando de inversiones más que de salarios. ¿Cuánto invierte la FIFA en una Copa del Mundo en Qatar y cuánto en la femenina en Australia y Nueva Zelanda? O al hablar de fútbol. Cuando cuentan en cuántas Copas del Mundo ha anotado Ronaldo, ¿por qué no tenemos la referencia de que ya lo habían hecho antes Christine Sinclair y Marta? Nos sabemos de memoria los datos de Maradona, Messi y Michael Jordan, pero no los de tantas deportistas mujeres que también han tenido récords, porque seguimos pensando que lo más importante son los logros de los hombres.

¿Cómo se puede combatir esto?
Es una tarea en la que tenemos que participar todas y todos. Tiene que ser parte de las políticas de las empresas sensibilizar respecto de temas de género. También en las escuelas de periodismo es una asignatura pendiente muy importante.

¿Y se puede contribuir desde la audiencia?
Muchísimo, consumiendo más deporte de mujeres y pidiéndole a los medios deportivos también ello. Debe haber mayor exigencia y sanción social de parte del público, que elige qué consume y qué no. Cuando el Club América decide no despedir a un hombre que casi mata a golpes a una mujer y después el Atlas se lo lleva a préstamo, las portadas de los diarios deportivos no lo cuestionan, sino que lo ensalzan con títulos y juegos de palabras que hablan de la violencia contra la mujer, en un país en el que todos los días asesinan a 11 de nosotras simplemente por el hecho de ser mujeres. Tiene que haber sanción social de parte de la afición. Pero si leemos comentarios del tipo "ojalá le pegue a la pelota como les pegaba a las mujeres”, parece que tenemos un problema sistémico de odio contra la mujer que trasciende al deporte, el que se convierte simplemente en el receptáculo de ese tipo de discursos.

El mundial de Qatar fue muy cuestionado por la postura del país ante las mujeres y las diversidades, pero al parecer finalmente el juego puso este debate en segundo plano.
Yo creo que todas las resistencias siempre sirven. No tenemos que dar por sentado ningún derecho y esto puso sobre la mesa ejes discursivos importantes, que los medios tenemos la obligación de llevar a audiencias más amplias. En América Latina, particularmente en México, percibí una ausencia de posicionamiento, de reconocer que era una Copa del Mundo polémica. Simplemente se habló de la fiesta del fútbol. Fue importante que se posicionaran selecciones como la alemana,la danesa y tantas otras, pero todo fue muy carente. También hay que considerar que Qatar invirtió millones no solo para construir estadios con aire acondicionado, también financian un importante aparato mediático que silencia muchas cosas. En Qatar sentenciaron a una mexicana a siete años de cárcel y cien latigazos por haber sido violada. Logró salir del país, pero esa notica no tuvo mucho eco ni cuestionamiento. Desafortunadamente, los medios deportivos y sus comentaristas en México en su gran mayoría se volvieron embajadores de Qatar.

¿Cómo se explica la complacencia de los medios latinoamericanos?
No hay claridad respecto de cómo abordar estos temas, no lo estamos planteando en las redacciones ni en las escuelas de periodismo. No existen intelectuales o académicos que se planteen esta clase de problemas. Además, sigue existiendo un fuerte esnobismo intelectual, de que hablar de deporte es algo de rango menor y no deben dedicarse a estas nimiedades. Y el periodismo deportivo, por su parte, percibe que estos son temas extra cancha, que no le corresponde tocar, y solo debe hablar de lo que sucede con la pelota. Entonces ahí se produce un vacío peligrosísimo.