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La prosperidad alemana sufre por la guerra en Ucrania

William Noah Glucroft
28 de junio de 2022

Los alemanes están preocupados por las consecuencias de la guerra en Ucrania y la inflación en su economía y su estándar de vida. Los que más sufren, naturalmente, son los que menos tienen.

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Un restaurante en Berlín con clientes en una mesa.
En los restaurantes de Berlín hay mucho movimiento, pero no todos pueden darse ese gusto debido a la inflación y el aumento de precios.Imagen: Maja Hitij/Getty Images

En los bares y restaurantes de Berlín, la vida parece no haber cambiado. La gente sigue consumiendo y aprovechando las ofertas de ocio, a pesar del aumento de precios. Pero no todos pueden hacerlo. La inflación en Alemania roza actualmente el 8 por ciento, comparada con la misma tasa de esta época del año en 2021, según la Oficina Federal de Estadísticas. Los precios de la energía y los alimentos han registrado un alza de más del 38  y del 11 por ciento respectivamente.

Eso podría ser manejable todavía para quienes ganan más, pero para las personas de ingresos bajos, es cada vez más difícil acceder a productos y servicios.

"Por supuesto que las consecuencias de la actual crisis se sienten directamente”, dice a DW Markus Grabka, investigador senior del Instituto Alemán de Investigación Económica. "Los hogares de bajos ingresos son golpeados más duramente por los costos de la energía que los de ingresos medios o altos”.

A pesar del aumento de precios de los alimentos y la energía, los bares y restaurantes de Berlín siguen llenándose.
A pesar del aumento de precios de los alimentos y la energía, los bares y restaurantes de Berlín siguen llenándose. Imagen: William Glucroft/DW

Los precios de los alimentos básicos, como el aceite, la harina, la carne, la leche y los huevos, han aumentado en dos dígitos. En total, los costos de los alimentos pueden ser de 250 euros (unos 263 dólares) más por persona este año, según un estudio de la aseguradora Allianz Trade.

La carga adicional es más pesada para quienes luchan por llegar a fin de mes. Más de 560.000 jubilados en Alemania necesitan recibir un complemento económico del Gobierno porque sus pensiones son demasiado bajas para superar el umbral de la pobreza. El aumento de los costos de los alimentos y la energía hace que tengan aún menos dinero para sus gastos.

Propietarios e hipotecas

Solo el 42 por ciento de los habitantes de Alemania son propietarios de viviendas. La inflación, además, ha diluido las esperanzas de comprar una vivienda propia, ya que los bancos se apuran en elevar las tasas de interés en un intento de contener la suba de precios.

Además, en muchas partes de Alemania ya se vivía una crisis de vivienda, con un aumento de los alquileres, pero aquellos que pudieron acceder a un crédito antes del incremento de la inflación consiguieron intereses muy bajos. Sin embargo, la era de los créditos casi gratuitos, con hipotecas del 1 por ciento, o menores, parece haber llegado a su fin.

El precio del aceite aumenta en Alemania y las ofertas especiales se venden de inmediato.
El precio del aceite aumenta en Alemania y las ofertas especiales se venden de inmediato.Imagen: MiS/IMAGO

Efecto dominó

La espiral de precios histórica es la culminación de una serie de eventos que cambiaron las premisas del libre flujo comercial en todo el mundo. Por un lado, la pandemia provocó un desajuste entre la oferta y la demanda, con una intervención sin precedentes por parte de gobiernos y bancos para ayudar a los ciudadanos ante el impacto económico. Después se produjo un desabastecimiento de componentes en la industria. Todo eso afectó tanto a las grandes como a las pequeñas y medianas empresas.

Cuando las cadenas de suministro estaban dando señales de mejora, el mayor exportador de trigo del mundo, Rusia, invadió al quinto mayor, Ucrania. Eso dejó sin harina y aceite a muchos supermercados. Entretanto, las interrupciones en el abastecimiento de gas y de petróleo afectan a los mercados energéticos, lo que resulta en un aumento adicional de costos de todo lo que necesita combustible, desde la producción hasta el transporte.

Alemania acaba de activar la segunda de las tres fases de su plan de alarma para el gas, un hito histórico, ya que eso podría provocar restricciones en la producción industrial y precios aún más altos.

El ministro alemán de Finanzas, Christian Lindner, dijo a la emisora ZDF: "Me preocupa que podamos vernos en una situación muy preocupante dentro de unas semanas o meses".

(cp/ms)