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Espionaje: el proceso contra un científico ruso en Alemania

Matthias von Hein
16 de febrero de 2022

Alemania no es solo escenario de investigación científica, sino también de espionaje. Un proceso en Múnich arroja luces sobre los métodos del servicio secreto ruso.

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Symbolbild I Computer Hacker
Imagen: Jochen Tack/dpa/picture alliance

Alemania es un país descentralizado. En muchos lugares se investiga. Por ejemplo, en el Parque de Innovación de Augsburgo, en Baviera. Entre los centros de investigación del organismo de aeronavegación espacial, de la Sociedad Fraunhofer y del Instituto de Tecnología Textil, se alza la sede del Instituto de Investigación de Materiales.

Este centro realiza estudios "en los campos de química de materiales, desarrollo de polímeros y materiales compuestos cerámicos, así como materiales compuestos híbridos y asuntos relativos a la tecnología de producción", según resume la página web de la universidad de Augsburgo.

Aquí se generan los materiales del futuro. Materiales que son de interés para la navegación espacial y también para servicios secretos extranjeros. Por lo menos, la fiscalía federal está convencida de eso. El 27 de enero acusó a un antiguo empleado del instituto, Ilnur N., de realizar actividades de espionaje.

Este jueves (17.02.22) comienza el proceso contra este científico, nacido en Rusia, a quien la prensa amarilla ya ha bautizado como "el espía de los cohetes". Según los investigadores, el servicio de inteligencia ruso exterior, SWR, habría tomado contacto con el acusado a más tardar en 2019. Este accedió a colaborar y se reunió regularmente con un oficial de contacto hasta su detención, a mediados de junio de 2021.

Inmunidad diplomática

Ilnur N. caminaba con su agente de contacto por el centro de Augsburgo cuando fue detenido por una unidad especial de los organismos de seguridad. La Oficina de Protección de la Constitución (BfV) lo vigilaba desde hacía tiempo y había intervenido su teléfono.

Se habían fijado en él debido a su agente de contacto, pero a este tuvieron que dejarlo en libertad por ser poseedor de un pasaporte diplomático y estar acreditado como parte del personal del consulado ruso en Múnich, razón por la cual gozaba de inmunidad. Posteriormente fue expulsado de Alemania.

El perfil de Ilnur N. en LinkedIn sigue activo. Revela que el joven científico estudió cuatro años en la universidad técnica de Moscú "N. E. Bauman", antes de trasladarse en 2014 a Augsburgo, para hacer una maestría en ciencias de materiales.

Deutschland | Campus der Universität Augsburg
Campus de la Universidad de Augsburgo.Imagen: Stefan Puchner/dpa/picture alliance

Tras aprobarla, permaneció en esa ciudad y trabajaba como científico desde 2018, haciendo su doctorado. Su área: materiales resistentes a extremas fluctuaciones de temperatura. La fiscalía indicó que, por instrucción de su oficial de contacto, "Ilnur N. entregó, en numerosos encuentros, informaciones sobre proyectos de investigación del campo de la tecnología aeroespacial, en particular, sobre las diversas etapas de desarrollo del cohete europeo Ariane".

2.500 euros de pago

De acuerdo con investigaciones del semanario Die Zeit, Ilnur N. habría depositado varias veces dinero en su cuenta inmediatamente después de sus encuentros con su contacto. En total, la suma asciende a 2.500 euros. Los investigadores están convencidos de que se trataba de su sueldo de agente.

La abogada de Ilnur N. relató a Die Zeit su versión de lo ocurrido. Según él, en su segundo encuentro, su oficial de contacto se hizo pasar por empleado de un gran banco, que se interesaba por la navegación espacial. Le pidió algunas informaciones especializadas y traducciones. El acusado dice haber entregado solo informaciones de acceso público en el área científica. En su versión, se presenta como una persona incauta que solo ayudó a un compatriota a cambio de un pequeño pago.

Espionaje industrial

El proceso arroja luces sobre las actividades de servicios secretos extranjeros en Alemania. Según un informe de las autoridades, "además de la esfera política y la administración, también las empresas innovadoras y los centros de investigación están en el foco del espionaje industrial de servicios de inteligencia extranjeros".

De acuerdo con la agencia de inteligencia alemana BfV, los principales actores en este terreno son Rusia, China, Irán y Turquía. El organismo estima que los servicios secretos rusos GRU, SWR y FSB cuentan con cerca de 400.000 empleados.

(ers/rml)