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Equilibristas en la cuerda floja

José Ospina Valencia6 de julio de 2004

El Partido Socialdemócrata alemán enfrenta severas críticas de la Federación de Sindicatos. Sin voluntad de comprensión, ambas organizaciones perderán. Un tercero siempre se alegra.

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Frank Bsirske, un sindicalista difícil de convencer.Imagen: AP

La socialdemocracia alemana vive uno de sus peores momentos desde el inicio de la cancillería de Gerhard Schröder, hace 6 años. La dura oposición de la Federación Alemana de Sindicatos (DGB) a las reformas sociales y laborales emprendidas por la coalición rojiverde ha hecho mella en la tradicional amistad entre la izquierda y los sindicatos. De la reunión sostenida este lunes con la intención de buscar un acercamiento entre las partes salió lo que se esperaba. Michael Sommer, presidente de la DGB, reconoció lo que todo el país sabía: "que ambas partes tienen problemas con las reformas".

Un camino con obstáculos

La actual querella se ha encendido en torno a la ley que fusionará el subsidio de desempleo con la ayuda asistencial a las personas de bajos recursos y que hace parte del plan denominado "Agenda 2010". El meollo del asunto es, en realidad, el curso reformista que el canciller Schröder le ha dado a su política y con el que las directivas de la federación sindical no comulgan.

Bundeskanzler Gerhard Schröder küsst seine Frau Doris Schröder-Koepf
El canciller Gerhard Schröder encuentra consuelo en su esposa Doris Schroeder-Koepf.Imagen: AP

Es tal el grado de discordia, que crece el temor a que de esta pelea de elefantes sólo salga victorioso un tercero: la oposición conservadora que ya tiene mayoría en el Bundesrat, la Cámara alta del parlamento. "Un cambio de Gobierno no es una alternativa para los sindicatos", es la advertencia de la vicepresidenta de la DGB, Ursula Engelen-Kefer, mientras el ala izquierda del SPD clama por una "alianza de la razón", pues de lo contrario, "la socialdemocracia no podrá ganar las elecciones venideras". Klaus Uwe Benneter, secretario general del SPD, recalcó por su parte, que "las leyes de reforma no son objeto de negociaciones con los sindicatos".

Función social y falta de contenidos

La polémica abierta contra el partido de Schröder, le ha traído pocas simpatías a las organizaciones sindicales alemanas, sobre todo, a IG-Metall y al conglomerado reunido en Ver.di. El líder bávaro de la Unión Socialcristiana (CSU), Edmund Stoiber, ha aprovechado el momento para criticar "incapacidad de los sindicatos de reconocer la necesidad de los cambios". Una posición que también secunda el mismo ministro federal del Economía, Wolfgang Clement, cuando advierte que "ningún sindicato puede abogar por la continuación de la política laboral ejecutada hasta ahora". Las criticas más duras se dirigen a Frank Bsirske, el director de Ver.di, para quien la política de Gerhard Schröder "ha sido un fracaso" y exige incluso "un cambio de gobierno". Posición esta que ha llevado a varios socialdemócratas a retirarse de las filas del mencionado sindicato. No así, el miembro de Ver.di Gerhard Schröder, que reconoció públicamente "la función social de los movimientos políticos laborales", pero sin dejar de mencionar "la carencia de contenidos de la estrategia de Bsirske".

Todos perdedores

La disputa entre socialdemócratas y sindicalistas es una pelea entre perdedores. Las simpatías por ambos es cada día menor, como las obligadas estadísticas diarias de popularidad lo indican. Más dolorosas para ambos son las preocupantes cifras de deserción de sus miembros: el SPD perdió, sólo en Renania del Norte Westfalia, 10.200 miembros en los doce últimos meses, siendo relegado en su "propia casa" y por primera vez, por la cristiano-democracia. En peores condiciones parece encontrarse la DGB, que el año anterior perdió a 320.000 de sus miembros en todo el país. Aún así, con 7,7 millones de miembros, la DGB sigue siendo la organización sindical más grande de Europa.

La disputa entre el SPD y la DGB no podía ser más inoportuna. ¿Qué éxito puede esperarse de dos equilibristas que deciden pelearse justamente durante su número en la cuerda floja?