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El funeral de la reina Isabel: un operativo sin precedentes

Sertan Sanderson
20 de septiembre de 2022

Londres se paralizó para el funeral de la reina con el mayor operativo policial en la historia del Reino Unido. Sertan Sanderson nos informa desde la capital británica.

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Un grupo de policías tomando posición en el centro de Londres.
Policías tomando posiciones antes del funeral de la reina Isabel II en el centro de Londres.Imagen: Vadim Ghirda/AP Photo/picture alliance

Afuera del mundialmente famoso Hotel Savoy de Londres, una caravana de vehículos negros estacionados atrae las miradas de los transeúntes. Los autos tienen patente francesa. ¿Es aquí donde se aloja el presidente francés Emmanuel Macron mientras asiste al funeral de la reina Isabel II? 

El conserje del hotel no responde a la pregunta por muy amable que sea. Pero la presencia de más personal de seguridad que huéspedes del hotel en el vestíbulo es un ejemplo de las precauciones sin precedentes que se tomaron  en todo Londres para el funeral de la reina.

La mayor reunión VIP de la historia 

El funeral de la reina fue motivo del mayor operativo policial en la historia de la capital británica. Se encontraban allí el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, los líderes de la Mancomunidad Británica de Naciones, miembros de otras familias reales y decenas de jefes de Estado. Una imagen que probablemente será difícil volver a ver en el futuro.  

Pero ¿cómo se asegura una ciudad de 9 millones de habitantes contra diversas amenazas? Sobre todo cuando los líderes del mundo eran un potencial objetivo de ataque, ¿era su protección lo que estaba en el centro del operativo o la protección del público? 

Probablemente fue el público el mayor activo de seguridad para garantizar que el funeral de Estado se desarrollara sin problemas. Stuart Cundy, subcomisario de la Policía Metropolitana, hizo un llamado a los asistentes. "Ustedes son nuestros ojos y nuestros oídos", dijo.

El operativo más complejo

Resultó tranquilizador que hubiera muchos policías para mantener todo bajo control. En algunas zonas céntricas de la capital había más policías que asistentes, sin contar además con los oficiales que podían estar vestidos de civil. 

Por otro lado, se instalaron barreras en todo Londres, como en el exterior de la estación ferroviaria de Charing Cross, para poder controlar cualquier situación crítica que pudiera surgir. Varias estaciones de metro también estuvieron cerradas por completo, mientras que las rutas de los autobuses fueron redirigidas.

Un vagon de metro en la estación Westminster
Algunas estaciones de metro, como la de Westminster que se ve aquí, estuvieron cerradas por completo para el funeral. Imagen: Vudi Xhymshiti/AA/picture alliance

El centro de Londres fue una zona de exclusión aérea durante el día y el aeropuerto de Heathrow solo permitió algunos despegues y aterrizajes por la tarde. 

Además de los 20.000 agentes de Londres, otros 2.300 estaban de servicio para garantizar que todo funcionara bien en Windsor.  

Larga experiencia

En Londressaben de operativos de seguridad. La capital británica ha tenido que hacer frente a amenazas terroristas durante décadas, desde los tiempos del conflicto de Irlanda del Norte.  

En cuanto a la gestión de multitudes, el cortejo fúnebre de la reinaquizá solo puede ser comparable al de Diana, princesa de Gales, en el que también hubo que organizar un enorme operativo de seguridad en pocos días. 

Dos policías vigilan desde el techo de un edificio en Londres, durante el funeral de la reina.
La policía vigila desde los tejados de la capital británica. Imagen: Daniel Leal/REUTERS

Cundy señaló que antes del fin de semana hubo un total de 34 personas detenidas por una "serie de delitos", pero lo calificó como un número "relativamente bajo".

El hecho de que un hombre fuera detenido el sábado a los pocos segundos de intentar levantar el Estandarte Real sobre el féretro de la reina en Westminster Hall demuestra que se tomaron en cuenta todas las eventualidades.  

Londres tiene también el mayor número de cámaras de seguridad del mundo. En cualquier momento, alguien en un centro de operaciones está vigilando al público y sus acciones.

En resumen, el mayor consuelo para los que estaban nerviosos por el funeral era saber que todo se ensayó por años. Parecía más a una coreografía bien ensayada que a un plan de seguridad improvisado. Pero tenía que ser así. Después de todo, la propia reina tuvo que planearlo y aprobarlo.

(ng/ers)