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Toreo en Colombia: una lidia entre tradición y repulsión

José Ospina-Valencia
20 de enero de 2023

La lucha de más de dos décadas por mantener o suspender las corridas de toros en Colombia expone la brecha generacional entre aficionados y animalistas. La industria de los toros es hoy más incierta que nunca.

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Un torero extiende el capote rojo sobre un toro.
El torero colombiano Luis Bolívar en la Plaza de Santamaría de Bogotá, en 2017.Imagen: Guillermo Legaria/AFP/Getty Images

La Corte Constitucional de Colombia ordenó el pasado 10 de enero a la Alcaldía de Bogotá restituir la celebración de las corridas de toros, vetadas desde 2012, cuando Gustavo Petro, hoy presidente de la República, era alcalde de la ciudad.

Las corridas de toros son un tema de candente polémica en Colombia, porque, mientras algunos las consideran "tradición cultural”, otros las tildan de "vergonzante maltrato animal”. Prohibir las corridas o no, es un debate que se lleva desde hace más de dos décadas.

Colombia sigue siendo uno de los ocho países en el mundo en los que la tauromaquia es legal aún. Los otros son Ecuador, España, Ecuador, México, Francia, Perú, Portugal y Venezuela.

Con el estreno de una película, este 19 de enero, los aficionados le rinden homenaje al "mejor torero colombiano de todos los tiempos”: José Humberto Eslava Cáceres, llamado "Pepe Cáceres”, quien falleció en 1987 por la cornada de un toro de lidia en Sogamoso, Colombia.

Poster de la película sobre el torero colombiano "Pepe Cáceres"
"Pepe Cáceres", hombre, torero y mito colombiano. En la película de su mismo nombre el protagonista está personificado por su hijo, Sebastián Eslava, actor y director de la misma.Imagen: Resilience Pictures

Pepe Cáceres, "un heroe nacional"

"Le confieso que si no fuera porque estos días algunos periódicos han reseñado su vida, no tendría ni idea de quién era”,  dice a DW Juan Pablo Vásquez, analista y periodista, de 26 años, de la Revista Cambio, de Colombia.

Por su parte, para el comentarista taurino de El Tiempo, Luis Noé Ochoa, "el  toreo es una tradición cultural, pero además es un derecho laboral, artístico, cultural, y un gusto, como a quien le gusta el rock o el fútbol”, describe su pasión taurina a DW. Ochoa destaca que la tauromaquia en Colombia es también un sector que genera empleo en Colombia, del que también se benefician las ciudades que permiten las corridas. Un ejemplo: "Las últimas 10 temporadas taurinas le aportaron 13.000 millones de pesos a la Alcaldía de Bogotá para Recreación y Deporte. Y en Manizales, el Hospital Infantil se sostiene con el dinero recaudado de las corridas de toros”, apunta.

La industria del toreo de lidia en Colombia cuenta con unas 116 ganaderías, que en Colombia surten a siete plazas de primera categoría, a 66 de segunda, a seis portátiles  y a incontables improvisadas en pequeños pueblos, según cálculos de la revista económica Portafolio. Las cifras provienen de antes de la primera prohibición de la alcaldía de Bogotá, y no hay aún cifras posteriores a la pandemia.

Vocación de torero, profesión en riesgo

Y como en la ópera, la tauromaquia vive de la diversidad de artistas de talla nacional e internacional. Así, según Portafolio, un torero podría ganar por temporada entre 20.000 y 150.000 dólares, dependiendo de si es local o no. Una industria que en Colombia se limita a las temporadas y generarían unos 15.000 empleos. O generaban, porque con la llegada de Gustavo Petro a la alcadía de Bogotá (2012-2015), el otrora gobernante local revocó unilateralmente el arrendamiento de la emblemática Plaza de Santamaría de Bogotá. En 2017 empero, tuvo que acatar un fallo que le ordenó reabrir dicha plaza.

Así, los oficios y empleos que genera la tauromaquia en Colombia se vislumbran más inseguros que nunca. La confusión sobre si en Colombia están o no prohibidas las corridas de toros se debe, según Vásquez, a que durante 20 años la discusión se ha centrado en si se está a favor o en contra del toreo, desconociendo las decisiones judiciales vigentes. "Desde 2005, aproximádamente, la Corte Constitucional ha dicho, a través de diferentes sentencias y autos, que los toros son una representación artística que debe ser cuidada y respetada, y que la única forma de prohibirlos es a través del Congreso de la República”, precisa Juan Pablo Vásquez. 

Jóvenes colombianos/as piden "parar el maltrato animal".
Colombianos, en su mayoría jóvenes, rechazan las corridas de toros y piden su abolición. Marcha del movimiento animalista y la ONG Plataforma Alto, en Bogotá.Imagen: Colombia-Plataforma Alto

Plataforma Alto: "La mayoría no quiere reformas, quiere prohibición"

Ello, a pesar de que "las corridas de toros generan mucho repudio entre la mayoría de la población. Las últimas encuestas hablan de que más del 86% de los colombianos quieren, ya no regularlas, sino prohibirlas”, dice a DW Julian Andrés Coy, director de la oenegé animalista Plataforma Alto.

Aficionados a las corridas de toros citan a menudo al poeta español Federico García Lorca, quien en un poema en 1934 escribió: "Los toros es la fiesta más culta que hay en el mundo”. Pero "no por el hecho de que algo se declare tradición, cultura o arte, eso significa automáticamente que debemos mantenerlo por toda la eternidad”, replica Coy, quien concluye que "los toros ya no tienen cabida en estas épocas, y menos en la Colombia del 2023”.

En el Senado de Colombia cursa una propuesta de ley de prohibición que ya pasó los debates necesarios. Ahora le toca el turno a la Cámara de Representantes.

Por último, Juan Pablo Vásquez, de Cambio, concluye: "El Congreso ha rehuido a legislar sobre toros, así como lo hizo con el aborto. De modo que la única forma de que las corridas de toros se acaben en Colombia es que el Congreso las prohíba. Pero hasta que eso no suceda, seguirá habiendo corridas de toros en Colombia”.

(cp)