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EducaciónChile

Chile: Pinochet en la sala de clases

Victoria Dannemann
17 de agosto de 2023

¿Cómo se enseña la dictadura militar en los colegios chilenos? A pesar de avances en programas y libros, la polarización también se refleja en las aulas, y subsisten narraciones que justifican el golpe de Estado.

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El dictador chileno Augusto Pinochet en 1986, ante las tropas del Ejército.
El dictador chileno Augusto Pinochet.Imagen: AFP/dpa/picture-alliance

Medio siglo ha pasado desde el golpe militar en Chile , y en las escuelas sigue causando controversia la enseñanza de la historia de la dictadura (1973-1990). Desde el retorno a la democracia, los planes del Ministerio de Educación han incluido progresivamente la revisión de este período y de la violación sistemática de los derechos humanos, explica a DW Viviana Castillo, coordinadora nacional de la Unidad de Currículum y Evaluación del Ministerio de Educación.

Se trata de objetivos de aprendizaje obligatorios para todas las escuelas, que se abordan en sexto (a los 11 años) y décimo (en Chile, llamado "segundo medio”, a los 15 años), además de algunos cursos electivos o complementarios en los últimos años.

"Se enfatiza el análisis de fuentes históricas primarias y secundarias, y la comparación y confrontación de interpretaciones, para comprender la complejidad del período. Asimismo, se resalta la valoración de los derechos humanos y de la democracia”, indica Castillo. El ministerio aporta propuestas didácticas y sugerencias para abordar los aprendizajes, que "deben ser desarrollados por todas y todos los estudiantes, pero los colegios y docentes tienen flexibilidad para desarrollarlos y tomar decisiones pedagógicas”, añade.

Si bien el currículum es uno, hay diferencias entre las escuelas, advierte María Isabel Toledo, quien ha estudiado cómo se enseña ese período. "Las más conservadoras optan por opciones más conservadoras del golpe y por poner menos énfasis en algunos temas”, dice a DW la académica de la Escuela de Psicología de la Universidad Diego Portales (UDP).

"En la investigación se han observado procesos de enseñanza tradicionales, centrados en lo expositivo, que desarrollan una narrativa única o binaria respecto al golpe de Estado y la dictadura, e inevitablemente imponen una visión sobre otra”, sostiene en diálogo con DW Soledad Jiménez, directora de la carrera de Pedagogía en Historia y Ciencias Sociales, e integrante del equipo pedagógico del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Alberto Hurtado (UAH).

Libro de Historia chilena para el 10º año de la escuela en Chile.
Libro de Historia chilena para el 10º año de la escuela en Chile, a 50 años del golpe militar de Augusto Pinochet.Imagen: Ministerio de Educación Chile

Aprendizaje con dificultades

La enseñanza de un período histórico reciente y controversial enfrenta varios obstáculos. La asignatura de Historia contempla una larga lista de contenidos que se abordan en forma lineal, y no siempre hay tiempo para la última etapa. "Esto también es una excusa para no cubrirla, porque tiene sus propias dificultades”, observa Toledo.

Otro problema, agrega, es que para profesores que fueron testigos -ellos o sus padres- de este período, hay una carga adicional. "Es doloroso, complejo y llena de emociones enseñar un trauma social”, subraya la académica de la UDP. Por su parte, Jiménez ha observado en sus investigaciones "la dificultad que tienen la escuela y los docentes para incorporar la emocionalidad de los estudiantes y la cultura histórica donde estos se desenvuelven diariamente”.

A esto se agrega la situación laboral de los maestros, que no siempre tienen garantías para tratar en profundidad estos hechos por temor a ser despedidos, cuando la dirección o las familias son cercanas a la derecha política que aún defiende a Augusto Pinochet.

Una conversación difícil, pero necesaria

"Las visiones sobre el gobierno de Salvador Allende, así como el golpe y la dictadura, siguen siendo un tema sensible en cualquier colegio del país. Hay quienes lo vivieron, de uno y otro lado. Son heridas y visiones muy marcadas, y en las nuevas generaciones, algunos niños incluso las mantienen”, relata a DW una profesora de historia de un colegio privado de elite, que prefiere dejar su nombre en reserva.

"Hay avances en tratar estos temas, pero no es fácil. Algunos padres se molestan si hablamos de golpe de Estado en vez de 'pronunciamiento', o no quieren que visitemos el Museo de la Memoria”, cuenta. Un estudio sobre el tema mostró que "alrededor del 50% de los estudiantes de octavo justificaron dictaduras en caso de obtener orden y seguridad o beneficios económicos. A esto se suma la validación de la violencia para resolver conflictos”, apunta Jiménez.

En la experiencia de la maestra, "los alumnos traen vivencias que los hacen justificar el golpe de Estado y decir que Pinochet trajo paz, libertad y crecimiento económico. En comunas más vulnerables se debe dar la visión contraria”.

Para la académica de la UAH, "los colegios marcan, sobre todo en realidades tan segregadas como la nuestra. La ignorancia en torno a la dictadura afecta a todos los estudiantes de nuestro país, de diferentes maneras, y en muy pocas comunidades escolares se educa para los derechos humanos, integrando el pasado reciente como una oportunidad pedagógica para abrir una conversación profunda, necesaria y difícil que permita hacernos cargo de nuestros desafíos como país”.

También hay dificultades de orden pedagógico para los maestros. "Enseñar temas controvertidos implica mostrar diferentes versiones sobre cómo se interpretan los hechos, pero informando quién argumenta cada una y por qué. Y decir claramente que se pueden aceptar diversidad de opiniones, pero no es defendible violar los derechos humanos”, señala Toledo.

"La cultura escolar todavía teme abrir estos temas en el aula, evita la conflictividad y las diferencias ideológicas naturales”, consigna Jiménez. Un aporte en este campo es el proyecto Viaje por las Voces de la Dictadura, de la UAH y el Museo de la Memoria, que reúne archivos, registros, testimonios y documentos que son utilizados por profesores y alumnos.

Clase de Historia en un aula en Chile.
Clase de Historia en un aula en Chile, a 50 años del golpe militar de Augusto Pinochet.Imagen: Ministerio de Educación Chile

Libros e interpretaciones

En los textos escolares ya no se encuentran expresiones como "pronunciamiento” o "presidente”; se habla de "golpe militar" y "dictador". Las ediciones actualmente en uso son de 2020 (para sexto) y 2022 (para décimo) y se basan en los contenidos dados por el ministerio.

Si bien la estructura del currículum se mantiene, los diferentes gobiernos van aportando matices. Los contenidos actuales han tenido modificaciones en gobiernos recientes de distinta tendencia. En el del derechista Sebastián Piñera se puso énfasis en el conflicto previo que llevó al quiebre de la democracia, como un proceso multicausal en medio de un clima de polarización política.

Jiménez reconoce avances en los textos, pero advierte que "contextualizan la narración del golpe de Estado presentando un país dividido por las acciones de la Unidad Popular (UP), el que necesitaba una dictadura. El relato homogeniza en un solo pasado difícil a la UP, el golpe de Estado y la dictadura civil militar”. Las actividades de los libros "privilegian la búsqueda individual de explicaciones y validan todas las opiniones, independiente de si conllevan una relativización del pasado o no”, agrega.

Con todo, Toledo destaca el interés que despierta este período. "Antes no se enseñaba porque los profesores no alcanzaban, porque los padres podían reclamar, podía haber conflictos con la dirección o no había recursos pedagógicos. Hoy hay mucho material. Y nos queda claro que los estudiantes sí tienen ganas de aprender”.

(cp)