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PolíticaFederación Rusa

¿Ayudó alguien a Prigozhin? El papel del general Surovikin

Mikhail Bushuev
29 de junio de 2023

Putin reitera que las fuerzas de seguridad del país reaccionaron unidas a la sublevación del Grupo Wagner, pero ¿cómo pudieron llegar los mercenarios de Wagner casi hasta Moscú? ¿Ayudó alguien?

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Sergei Surovikin, general del Ejército ruso
Sergei Surovikin, general del Ejército rusoImagen: Russian Defense Ministry/AA/Handout/picture alliance

"Hay que admitir que la cuestión de la colaboración está sobre la mesa. Las tropas de Wagner utilizaron en su convoy grandes equipos del Ejército ruso", subraya Gustav Gressel, experto militar del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR).

"El convoy pasó por Rostov del Don y Voronezh, importantes ciudades de guarnición. El hecho de que no se encontrara allí a nadie aparentemente que se opusiera a las unidades Wagner es muy, muy extraño", afirma el experto.

¿Qué sabía el general Surovikin?

Los expertos ven con escepticismo las sospechas expresadas contra Surowikin en The New York Times (NYT) del 27 de junio. "Surovikin es actualmente comandante de las fuerzas aéreas y estas fueron las únicas que contrarrestaron a las fuerzas de Wagner atacándolas desde el aire.

Eso no encaja realmente con la imagen de un traidor", afirma Gustav Gressel. Y añade que tampoco no basta sospechar que el general "Armagedón", como llaman a Surovikin, no tenía una buena opinión de Gerasimov y fue empujado por Putin a abandonar el puesto de la llamada "operación especial", como denomina el Kremlin a la guerra contra Ucrania. Surovikin había contradicho a menudo a Putin, especialmente en lo que se refiere a la retirada deJersón, que el jefe de Estado había rechazado.

Vladimir Putin, presidente de Rusia durante parada militar en el Kremlin
Vladimir Putin, presidente de RusiaImagen: Sputnik/Sergei Guneev/Pool via REUTERS

 

El experto británico Mark Galeotti, como muchos otros observadores, señala en Twitter que Surovikin fue el primero en apelar públicamente a Prigozhin y a sus tropas para que detuvieran la sublevación. "Hizo una clara declaración de lealtad al Kremlin, en contra de las sospechas expresadas anteriormente", afirma Galeotti. En su opinión, esto podría ayudar a Surovikin a "limpiar su reputación" y convertirlo de nuevo en candidato al puesto de jefe de "operaciones especiales" o incluso al de jefe del Estado Mayor después de Gerasimov. "Insisto en que se trata sólo de especulaciones, pero la sospecha de una responsabilidad compartida en la "traición" de Prigozhin, según las palabras de Putin, podría ser una jugada inteligente para impedir precisamente el regreso de Surovikin", dijo Galeotti. Reforzar su posición sería "una mala noticia para Ucrania", opina el experto.

¿Mala organización o frustración?

Tal y como se desarrolló el levantamiento, hay mucho que decir en contra de que alguien de la cúpula militar y Surovikin personalmente estuvieran implicados en él. Tatiana Stanovaya, Senior Fellow del Carnegie Russia Eurasia Center de Berlín, así lo cree. Cree que Prigozhin quería obligar a Putin a prestar atención a las tropas de Wagner y defenderlas. Stanovaya no descarta la posibilidad de que Surovikin conociera los planes. "Pero en el momento oportuno se puso claramente del lado del Estado", dijo la experta en Telegram.

Stanovaya, que fundó su propia empresa de análisis "R.Politik", recuerda que hace tiempo que se sabe que la cúpula militar está dividida: entre el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, y el jefe del Estado Mayor, Valery Gerasimov, por un lado, y Surovikin, por otro. Según ella, se trata menos de una lucha de poder que de cómo luchar en Ucrania y cómo relacionarse con los ejércitos privados.

Serjei Schoigu, ministro de Defensa de Rusia
Serjei Schoigu, ministro de Defensa de RusiaImagen: Gavriil Grigorov/Kremlin/Sputnik/REUTERS

"Purgas" en el Ejército ruso

Tampoco está claro si la proximidad de Surovikin al Grupo Wagner repercutirá negativamente en su futuro destino. El centro "Dossier", una iniciativa de Mijaíl Jodorkovski, informó el 28 de junio en relación con el artículo del NYT que Surovikin ya se había convertido en miembro honorario del grupo mercenario en 2017.

Mientras tanto, los corresponsales de guerra pro-Kremlin escriben que la desconfianza se extiende entre los militares rusos. "Creo que Prigozhin tenía simpatizantes en el ejército. Sería más correcto llamarlos descontentos con Shoigu y Putin. Pero, ¿se puede, si se quiere, convertir a los simpatizantes en conspiradores y utilizarlo esto para las purgas?", se pregunta la politóloga Tatiana Stanovaya. Ella supone que especialmente el ministro de Defensa Shoigu quiere aprovechar la oportunidad de las "purgas" para consolidar sus posiciones. "Tengo la fuerte sospecha de que, curiosamente, Shoigu es el principal beneficiario de toda esta historia. Putin, al deshacerse de Prigozhin, ha recibido una fuerte vacuna contra los ejércitos privados, como contra una plaga. Ahora puede ocuparse de su propio ejército", afirma Stanovaya.

(jov/el)