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Arabia Saudí, en acto de equilibrio entre Israel y Hamás

Jennifer Holleis
16 de febrero de 2024

La guerra entre Israel y el grupo terrorista Hamás en Gaza influye cada vez más en la política exterior e interior de Arabia Saudí.

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Mohammed bin Salman, príncipe heredero de Arabia Saudí, propone una apertura de la sociedad.
Mohammed bin Salman, príncipe heredero de Arabia Saudí, propone una apertura en la sociedad.Imagen: SAUDI PRESS AGENCY/VIA REUTERS

"La situación se ha convertido en un delicado acto de equilibrio para Arabia Saudí", declaró a DW Sebastian Sons, investigador principal del think tank alemán CARPO. "La guerra actual ofrece la posibilidad de corregir años de relativamente escaso compromiso saudí en favor de los palestinos, mientras que, al mismo tiempo, Arabia Saudí, guardián de dos lugares sagrados del islam, sigue adelante con sus esfuerzos para normalizar sus relaciones con Israel", dijo Sons.

Las negociaciones con Israel se estancaron -aunque no se han suspendido- después del mortal ataque del 7 de octubre contra Israel perpetrado por Hamás, clasificado como grupo terrorista por Alemania, la Unión Europea, Estados Unidos y algunos Estados árabes.

Para Sami Hamdi, gerente de la consultora londinense The International Interest, la "propia insistencia en que la normalización sigue siendo posible a pesar del alto número de muertos en Gaza, sugiere que para Arabia Saudí no existen realmente líneas rojas que hagan abandonar el proceso de normalización", según explicó a DW.

Endurecimiento de posición saudí sobre lazos con Israel

Sin embargo, en medio de la guerra, el apoyo saudí a la causa palestina se refleja cada vez más en el enfoque de Riad hacia esa normalización. "Durante el acercamiento entre Arabia Saudí e Israel observamos una marginación de la cuestión palestina, pero debido a esta guerra, una posible relación con Israel vuelve a estar vinculada a una solución política para los palestinos", dijo a DW Peter Lintl, investigador sobre Oriente Medio del Instituto Alemán de Asuntos Internacionales y de Seguridad.

Según informes, Arabia Saudí comunicó a Washington, a principios de febrero, que no establecería lazos con Israel hasta que se reconociera un Estado palestino independiente y las fuerzas israelíes abandonaran Gaza.

La nueva postura de Arabia Saudí puede verse también en una de las últimas declaraciones sobre los planes de Israel de iniciar una ofensiva contra Rafah, la ciudad más meridional de Gaza, que alberga actualmente a más de 1,3 millones de gazatíes desplazados.

El pasado sábado 10 de febrero, Arabia Saudí advirtió a Israel de las "gravísimas repercusiones de atacar Rafah. La actual condena de Israel en relación a Rafah es un claro indicador de que Arabia Saudí intenta reforzar su posición”, explica Sons. Sin embargo, cuáles serán exactamente esas repercusiones es una cuestión que sigue abierta a interpretación.

Tensión en Rafah ante ataque de Israel

¿Cuáles serían esas repercusiones?

Mientras tanto, no sólo se ha endurecido la postura política de Arabia Saudí: el estado de ánimo en el reino también ha cambiado.

Parte de la opinión pública saudí -que tradicionalmente ha apoyado mucho a los palestinos y su búsqueda de un Estado independiente dentro de las fronteras de 1967 con Jerusalén Este como capital- ha empezado a manifestar su apoyo a la organización radical Hamás, respaldada por Irán. Esto, a pesar del hecho de que Hamas todavía pertenece a los oponentes ideológicos de Arabia Saudí -Irán y su llamado eje de resistencia- incluso cuando los lazos entre Teherán y Riad se han ido descongelando.

Empero, no se dispone de datos oficiales sobre el ánimo de la opinión pública en Arabia Saudita, ya que el reino no publica encuestas de opinión periódicas ni fiables. Pero según una encuesta del Washington Institute, un grupo de expertos estadounidense con tendencia proisraelí, las opiniones positivas sobre Hamás aumentaron del 10% al 40% entre los sauditas en noviembre y diciembre de 2023.

"Hamás encarna la resistencia contra Israel y, por tanto, es más popular entre la población saudí que antes del 7 de octubre", señala Sons a DW.

Pero, en lo político, Arabia Saudí sigue impulsando una agenda nacionalista que prioriza los intereses saudíes. Y para lograrlo, el reino necesita lo contrario de aquello que los grupos islamistas respaldados por Irán, como Hamás, tienen en mente para la región.

Impulso saudí a la seguridad y la estabilidad

"La primera prioridad de Arabia Saudí es resolver la crisis económica a través de 'Visión 2030'", dijo Sami Hamdi, de The International Interest. 'Visión 2030' es una reforma social y económica que es el proyecto favorito del príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman. Las reformas que contempla buscan, por ejemplo, una apertura de la sociedad, potenciar el papel de la mujer y diversificar los ingresos del petróleo a sectores como el turismo, la tecnología y las finanzas.

"La segunda es que los saudíes creen que todavía tienen una crisis de seguridad existencial debido a la invasión de las milicias proiraníes en las fronteras, y la normalización de los lazos con los israelíes ayudará a convencer a los estadounidenses de que ofrezcan un pacto de seguridad al estilo de la OTAN para contrarrestar la influencia iraní", dice Hamdi. "No se considera que valga la pena comprometer estas dos prioridades, por el bien de los palestinos", concluyó.

Por último, Sebastian Sons también supone que Arabia Saudita pronto podría intentar vincular "más fuertemente los objetivos de política interna, como 'Visión 2030', con los objetivos de política exterior".

"La orientación del proyecto podría ser que ya no tengan prioridad solo el progreso económico y cambio social en el país, sino que también pueda servir como una hoja de ruta para la paz y el progreso para toda la región", concluye.

(jov/cp)