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Antropoceno: hallan evidencia geológica del cambio humano

Sushmitha Ramakrishnan
13 de julio de 2023

La vida humana representa el equivalente geológico de "un abrir y cerrar de ojos". Pero los geólogos dicen que han encontrado evidencia de que ya hemos dejado una marca permanente.

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Vista aérea del Lago Crawford
Los geólogos dicen que el Lago Crawford en Canadá puede proporcionar a la ciencia la mejor evidencia del impacto de la vida humana en el medio ambiente.Imagen: Peter Power/AFP/Getty Images

Geólogos afirman que el Antropoceno, la "Era de los humanos" ya está aquí. Oficialmente, estamos viviendo en una época conocida como el Holoceno. Pero científicos dicen que el impacto de la vida humana ha sido tan grande, a pesar de nuestra existencia relativamente corta en la Tierra, que deberíamos reconocer el cambio de era.

La idea del Antropoceno fue propuesta y popularizada por primera vez por Paul Crutzen, un meteorólogo holandés, quien ganó el Premio Nobel de Química en 1995. Ahora, los científicos han encontrado en el Lago Crawford, en Canadá, pruebas de que ya nos encontramos Antropoceno, según un comunicado de la Sociedad Max Planck.

Los autores del documento dicen que un extracto de roca del lago registra la marca de un fuerte cambio y, por tanto,  el impacto humano en el planeta Tierra.

Según la marca geológica en la roca, el incremento comenzó a principios de la década de 1950, un momento de nuestra historia reciente que vio un fuerte aumento en el uso humano de combustibles fósiles y las primeras consecuencias de las pruebas nucleares y termonucleares.

Un colectivo de científicos conocido como el Grupo de Trabajo del Antropoceno ha propuesto, por tanto, que este descubrimiento sea el marcador oficial para el comienzo de la nueva época.


Muestra de roca del Lago Crawford.
Esta muestra de roca del lago Crawford en Canadá revela un registro anual de las condiciones ambientales afectadas por la actividad humana.Imagen: Peter Power/AFP/Getty Images

El hallazgo es el resultado de una búsqueda de 14 años en 12 sitios geológicos de todo el mundo, desde Polonia y Corea hasta México y China.

En la fase final, el proyecto centró en dos candidatos: el Lago Crawford en Canadá y el Lago Sihailongwan en el noreste de China.

Crawford Lake ganó con un voto del 60% a favor entre los miembros del grupo científico.

La evidencia de Crawford del Antropoceno

El remoto lago Crawford es excepcionalmente profundo y permite que los sedimentos se desplacen hacia abajo, año tras año, con intervención humana limitada o nula.

Tiene unos 24 metros de profundidad, pero las capas inferiores de agua no se mezclan mucho con las capas superiores.

Cada verano, cuando el lago se calienta, se produce una precipitación de carbonato de calcio. Eso deja una capa calcárea blanca, que los geólogos pueden leer como un registro anual preciso del entorno del Lago Crawford. Es una marca similar a la que marca anillos en el tronco de un árbol.

Los elementos radiactivos de las pruebas nucleares, las emisiones de carbono, las cenizas y los isótopos de nitrógeno de la quema de combustibles fósiles, el auge de las bacterias del azufre púrpura y el oxígeno atmosférico han dejado marcas en las rocas del Lago Crawford.

"La gente puede [ver año por año] e identificar lo que estaba pasando o reconstruir lo que sucedía en la atmósfera, en el agua, en la hidrosfera", dijo Francine McCarthy, investigadora principal del proyecto Crawford Lake.


Geóloga examina la roca sobre una mesa.
McCarthy, profesor de ciencias de la Tierra en la Universidad de Brock, examina una muestra de sedimento recolectada del fondo del lago Crawford.Imagen: Peter Power/AFP/Getty Images

La evidencia es una 'llamada de atención'

"Esto debería ser una llamada de atención para los políticos", dijo Jürgen Renn, director del Instituto Max Planck para la Historia de la Ciencia.

No importa qué modo de energía adopten los humanos en el futuro, dijo Renn, vamos a ver su efecto en las rocas: "¡No hay vuelta atrás al Holoceno!"

Pero los críticos dicen que esta perspectiva del Antropoceno destaca un rango muy estrecho de impacto humano en el planeta.

En un artículo titulado "Tres fallas en la definición de un antropoceno formal", el geólogo William Ruddiman escribe que las principales alteraciones humanas de la Tierra precedieron al siglo XX.

Otros, como Heather Davis, académica en cultura y medios, y Zoe Todd, profesora asistente de química y astronomía, han argumentado que el pensamiento actual excluye el conocimiento y las experiencias de las comunidades indígenas.

Pero Colin Waters, profesor de geografía en la Universidad de Leicester y presidente del Grupo de Trabajo sobre el Antropoceno, ha defendido la decisión del grupo.

Waters dijo que el primer cambio global se observó a mediados del siglo XX. "Los sedimentos simplemente no muestran ningún efecto significativo de la revolución industrial", y que "si se encuentra en gran parte de Asia, Australia, el hemisferio sur, no [hay] efectos".

¿Qué define a una época geológica?

Una época está marcada por el comienzo de un período extenso en la historia. Los investigadores han descrito más de tres docenas de épocas geológicas desde los primeros días de la formación de la Tierra.

El Holoceno, que sigue siendo nuestra época "oficial", ha durado 11.700 años. El anterior, el Pleistoceno, duró más de 2 millones de años.

Pero hay divisiones más grandes del tiempo geológico. Ya sea que llamemos a esto el Holoceno o el Antropoceno, se encuentra en el Período Neógeno. El Período Neógeno es en sí mismo solo una parte de la Era Cenozoica. Y la Era Cenozoica pertenece al Eón Fanerozoico más grande.

El Eón Fanerozoico se extiende desde hace 542 millones de años hasta el presente. Entonces, dado que la evolución humana es una cuestión de pocos  millones de años (los humanos comenzamos a caminar sobre dos piernas hace apenas unos dos millones de años).

Y hay consenso en al menos una cosa: si todos los humanos fueran eliminados del planeta hoy, tomaría siglos revertir el impacto de nuestras emisiones de carbono o el de una guerra nuclear. Ese es un hecho básico de nuestra época, sin importar el nombre, y eso es lo que los científicos esperan que toda la humanidad entienda.